Morada del Ctro. de Fción. Humanística PERRAS NEGRAS (Uruguay: "País de los Pájaros Pintados")
domingo, 25 de junio de 2017
martes, 20 de junio de 2017
Negro siempre, siempre, el dolor; pero Rosa siempre, siempre, tu pensamiento en tu alma, como la Luna tan blanca, y tan erguida siempre, siempre, sobre el dolor.
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Rosa Amelia Luna 20 de junio de 1937-13 de junio de 1993 Primera figura del carnaval uruguayo. |

Canción para Rosa Luna (Poema)
Rosa de los morenos.
Rosa de los tambores.
Con pechos gigantescos de carbón
y de bronce.
Rosa del carnaval.
Flor de los negros
que tu raza plantara en el barrio Palermo.
Naciste hecha de bronce
carbón y calle
para alzarte absoluta, potente y frágil.
Frágil porque eres sólo
flor de los carnavales,
cuando Sur y Palermo levantan vuelo
y se ponen encima los estandartes.
Y entonces acometes
la dura empresa
de ser tú misma un estandarte
de carne.
Un sexual y ostentoso meneo
de tambor,
un tambor caminando por las calles estrechas
de tu feudo,
del feudo de los negros.
Y entre sudor y lágrimas de brillantina
te hacen bailar los tamborileros,
te fecundan de música
para parir un sueño .
Te sueñan dominante y redentora,
te sueñan poseída y poseyendo.
Mientras dure tu esplendor moreno
te llevarán al centro de la ronda ritual
del carnaval.
Después serás recuerdo,
como antes fueron
la Gularte y la Johnson.
Y arriarán tu bandera con respeto.
Ha de surgir una negra sucesora
que encienda las hogueras
donde se templen las lonjas
de las llamadas carnavaleras.
Y tu rosa de luna,
la rosa de tu nombre,
la luna de tu raza,
alumbrará las calles empedradas,
los pobres callejones
que te vieron pasar bajo los balcones
al compás que marcaban con sus manos
las oscuras comparsas de tambores.
Rosa de los morenos.
Rosa de los tambores.
Con pechos gigantescos de carbón
y de bronce.
Autor: Wilson Mesa
De: http://www.daecpu.org.uy
sábado, 17 de junio de 2017
"Cervantes nos legó una herencia inagotable: los vientos de la creatividad siempre generan la energía para batallar por un mundo mejor"; este es el lema de Hugo Viglietti, integrante muy querido de PERRAS NEGRAS.
Matzule
Trama
basada en hechos reales
Se llamaba
Matzule, tenía unos ojos enormes, mirada triste y asustada. Fuimos amigos durante
tres años intensos que marcarían mi vida. Yo llevaba dos meses desplegado como médico
de un contingente ONU y disfrutaba de contemplar el atardecer junto al río que
cruzaba Dili, la capital de Timor Oriental. Se vivía una
muy difícil e inestable situación política y social, producto de la devastación
que toda guerra deja siempre como secuela. Matzule tenía apenas 10 años y llevaba
a cuestas el dolor de una infancia marcada por el hambre y el horror. Los
primeros días se sentaba en un muro cercano y me miraba sin devolver mi sonrisa
ni mi saludo. Hasta que un día, la curiosidad pudo más que su aprensión y se
acercó. Por primera vez lo vi sonreír, el contraste entre su piel oscura y la
blancura de sus dientes generaron en mí una cálida sensación de ternura. Allí
nació una amistad inevitablemente condenada a la separación. Nunca había ido a
una escuela y hablaba una mezcla de portugués con tetum, un dialecto local.
Compartíamos casi a diario esa grata hora de entreluces, donde yo intentaba
enseñarle palabras mientras él me contaba sobre sus costumbres. Le regalé una
de mis boinas azules y cada tanto le arrimaba nuevos pines que encantado
prendía en ese tesoro que mantenía envuelto y escondido. Él me regaló un cordón
con una pequeña cruz que había tallado a mano en sándalo, una madera oscura de
un árbol que sus ancestros consideraban sagrado. Con su carita seria Matzule me
dijo que esa cruz me protegería y siempre miraba mi cuello buscando confirmar
que su regalo seguía allí.
Un día en aquel
fatídico agosto lo vi particularmente nervioso. Me previno que algo grande se
estaba gestando. Y así fue. Los disturbios sociales estallaron. La pobreza, el
hambre, los familiares y amigos muertos que aún dolían, los campos rociados por
napalm que seguían sin producir, gente que había retornado de las colinas, los
bosques o los campos de refugiados para encontrarse con sus hogares destruidos,
todo confluía en un descontento social que tronaba. La gente enardecida iba
prendiendo fuego todo lo que pareciese oficial o del gobierno. Yo iba con mi vehículo
velozmente por calles laterales hacia Base, cuando recibí la llamada de Elleke,
la funcionaria holandesa de ONU que aseguraba tener una ascendencia noble como
la etimología de su nombre. Esta vez su voz lejos de noble, parecía desesperada:
sus gritos de ayuda emergían por entre un coro de llantos pues estaban
prendiendo fuego el Parlamento y el edificio de ONU donde estaban sitiados.
No lo dudé y
hacia allá fuimos. Al llegar el panorama era dantesco: ambos edificios,
emplazados juntos, empezaban a arder desde su planta baja. La guardia había
desaparecido. Paré por detrás, donde el tumulto era menor y le dije al conductor
que me esperara sin apagar el motor. Entré y corrí escaleras arriba, hasta
llegar al tercer piso donde estaba Elleke y la gente. No podía dar crédito a
mis ojos… Allí, en medio del desconcierto y el caos, estaban Mari Alkatiri, el
Primer Ministro de Timor Oriental cuya residencia privada había sido incendiada,
junto a otras autoridades y funcionarios. Un heterogéneo grupo de personas, la
mayoría aterrada y sin plan de evacuación. La situación era insostenible y
requería una acción inmediata. Con un poco de inglés, algo de portugués y muchos
gritos y ademanes, los organicé en una fila para bajar por la escalera trasera
hasta la puerta por donde había entrado minutos antes. Tomé al Primer Ministro
del brazo y encabecé el descenso mientras pensaba cómo haría para evacuar a
todos, primero bajando entre las llamas que ya cubrían los dos primeros pisos,
y luego, si llegábamos, cómo escapar tantos en un vehículo para seis personas.
Con decisión, llegamos a la puerta trasera. Allí pensé en
Dios, cuando vi llegar y parar junto a mi vehículo otro Land Rover de ONU.
Apiñé a las autoridades y a los funcionarios en los dos vehículos y los despaché
raudos hacia la protegida Base de ONU, distante a dos kilómetros. No hubo lugar
para mí. Los dos vehículos salieron disparados justo cuando la turba, dando la
vuelta al edificio, comenzó a rodearme. Me jugué a la boina azul y al brazalete
con la cruz roja. Paso a paso me fui abriendo camino, con brazos y puños, lentamente
al principio, más rápido luego. Hasta que llegué a Base, con cortes y heridas
varias pero vivo.
Mirando hacia
atrás siento que después, fue todo tan intenso como efímero. Con reconocimiento
especial del Primer Ministro estuve tres años más en Timor. El tiempo pasó y bajo
el servicio de Naciones Unidas fui destinado a misiones humanitarias en Iraq,
Kuwait, Arabia, Líbano, Haití y también a misiones especiales en Jordania,
Colombia, Dominicana, Argentina, Paraguay, Indonesia, Guyana y Surinam. Dejé de
medir el tiempo por hojas de almanaque y pasé a medirlo por calendarios
enteros.
Montevideo
muestra un colorido concierto de verdes y ocres en un otoño que se presenta
demasiado frío. El viento suave del Río de la Plata envuelve mis recuerdos.
Cierro con un suspiro el álbum que mi hija ha armado con fragmentos de esos
años; hay una historia inmersa en cada página, en cada foto. Sonriendo recuerdo
cuando en el 2001 me propusieron ir como médico a Timor. “Serán solo nueve meses”,
me dijeron… y fueron quince largos años. Aquel país devastado es hoy una
economía emergente en el sudeste asiático. Acabo de cerrar esa etapa donde dejé
pedazos de piel y de familia, aunque pude conservar intacto el amor de mis
hijos con quienes comparto ahora estas historias. Georges Villiers escribió: “Los recuerdos son los cabellos blancos del
corazón”. Miro el mar, miro el cielo y acaricio como tantas veces la cruz
de madera que pende de mi cuello. Pienso en Matzule y en sus ojos grandes, tan húmedos
como los míos el día en que nos despedimos. Nunca más volví a verlo.
Para #palabrasalviento
miércoles, 14 de junio de 2017
“Escucha con la cabeza, pero deja hablar al corazón”.- Marguerite Yourcenar
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8 de junio de 1903- Bélgica
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“Comer demasiado es un vicio
romano, pero yo fui sobrio con voluptuosidad. Hermógenes no se ha visto
precisado a alterar mi régimen, salvo quizá esa impaciencia que me llevaba a
devorar lo primero que me ofrecían, en cualquier parte y a cualquier hora, como
para satisfacer de golpe las exigencias del hambre. De más está decir que un
hombre rico, que sólo ha conocido las privaciones voluntarias o las ha
experimentado a título provisional, como un incidente más o menos excitante de
la guerra o del viaje, sería harto torpe si se jactara de no haberse saciado.
Atracarse los días de fiesta ha sido siempre la ambición, la alegría y el
orgullo naturales de los pobres. Amaba yo el aroma de las carnes asadas y el
ruido de las marmitas en las festividades del ejército, y que los banquetes del
campamento (o lo que en el campamento valía por un banquete) fuesen lo que
deberían ser siempre: un alegre y grosero contrapeso a las privaciones de los
días hábiles. En la época de las saturnales, toleraba el olor a fritura de las
plazas públicas. Pero los festines de Roma me llenaban de tal repugnancia y
hastío que alguna vez, cuando me creí próximo a la muerte durante un
reconocimiento o una expedición militar, me dije para reconfortarme que por lo
menos no tendría que volver a participar de una comida. No me infieras la
ofensa de tomarme por un vulgar renunciador; una operación que tiene lugar dos
o tres veces por día, y cuya finalidad es alimentar la vida, merece seguramente
todos nuestros cuidados. Comer un fruto significa hacer entrar en nuestro Ser
un hermoso objeto viviente, extraño, nutrido y favorecido como nosotros por la
tierra; significa consumar un sacrificio en el cual optamos por nosotros frente
a las cosas. Jamás mordí la miga de pan de los cuarteles sin maravillarme de
que ese amasijo pesado y grosero pudiera transformarse en sangre, en calor, acaso
en valentía. ¡Ah! ¿Por qué mi espíritu, aun en sus mejores días, sólo posee una
parte de los poderes asimiladores de un cuerpo?”
De: Las Memorias de Adriano
En: bahiapsicosocial.com.ar
miércoles, 7 de junio de 2017
sábado, 3 de junio de 2017
Antes de la Santa María de Onetti y del condado de Yoknapatawpha de Faulkner, el Wessex imaginario de Thomas Hardy, pero...
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2 de junio de 1840- Reino Unido El novelista al que la crítica de su tiempo empujó a la poesía. |
Una cita fallida
No apareciste,
y el tiempo prosiguió su curso. Triste,
no tanto por faltarme tu presencia
como por comprender que te faltaba
la compasión que por condescendencia
se impone a la apatía, me apenaba
que al dar la hora anhelada en que debiste
llegar no apareciste.
No me quisiste,
tan sólo en el amor la lealtad existe,
lo sabía y lo sé, nunca estuvo en mis manos
la tuya. Aunque tal vez hubiera sido hermoso
añadir a la suma de los actos humanos
otro en que tú, mujer, un día venturoso
viniste a dar consuelo a un hombre solo y triste;
aunque no me quisiste.
“Escribir es ir descubriendo lo que se quiere decir”.- Max Aub
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2 de junio de 1903 Escritor hispano-mejicano de origen franco-alemán, autor de narrativa, poesía, ensayo, dramaturgia; miembro de la Generación del 27. |
La hormiga que odiaba al león
Esa hormiga odiaba al león. Tardó diez mil años pero se lo
comió todo, poco a poco, sin que él se diera cuenta.
De: ciudadseva.com
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De: Pinterest.com |
Militante de izquierdas y fiel al gobierno republicano, tuvo que exiliarse a Francia al finalizar la Guerra Civil. Lo denunciaron por comunista y fue confinado en el campo de prisioneros de Roland Garros. Después fue trasladado a Vernet, más tarde a Marsella y de ahí a Argelia, hasta que en 1942 pudo embarcarse con destino a México, donde residió el resto de su vida.
En el número 5 de la Calle
Euclides del Distrito Federal, Max Aub estableció sudomicilio mexicano. Desde
allí desarrolló una fructífera labor creativa, materializada en cientos de
artículos de prensa, ensayos, obras de teatro, poemas, novelas y un curioso
opúsculo que llevaba el nombre de la propia calle y que el autor regalaba a sus
amigos para felicitarles el año nuevo: El correo de Euclides.
Con el subtítulo de ‘Periódico
conservador’, El correo de Euclides era una hoja de 50 x 38,5 centímetros
impresa a dos tintas en la que se contenían diversos titulares humorísticos
compuestos con diferentes tipografías.
No era la primera vez que Aub
abordaba el tema del humor de forma explícita. En 1957, ya se había zambullido
en el género con Crímenes ejemplares, una colección de cómicos relatos sobre
asesinatos y, en 1958, había publicado una suerte de biografía de un pintor
ficticio, Jusep Torres Campalans, que ilustró con cuadros pintados por él
mismo, los cuales llegaron a exponerse en una galería de México provocando la
confusión de los críticos de arte.
En El correo de Euclides, sin
embargo, el autor creó en una sola página breves relatos con sentido, formados
por frases aparentemente inconexas, sentencias filosóficas y reflexiones que
analizaban diferentes temas desde el absurdo, la paradoja o el razonamiento disparatado.
En los siete números publicados
durante los años 1959 a 1968, se suceden titulares como «Paraíso abierto a
todos desde la semana próxima», «Lo más viejo es el pasado. Luego: Hacia él
vamos. Y si no al tiempo», «Terrible equivocación: Los hombres no estaban
destinados a la Tierra», «El arte vuelve a sus orígenes: el palote».
También hay lugar para las frases
absurdas como «Acción de gracias, a las 19:30»; para el análisis político como
«Solución al conflicto judío árabe: Nasser acepta el reino de Murcia. Los
refugiados palestinos a Valencia, Aragón y Cataluña, donde estarán como en su
casa»; o para reflexiones llenas de sentido del tipo «No nos vemos como nos
ven. La culpa es de los espejos».
En el número 4, incluso se aborda
el tema del tiempo, una cuestión que preocupó por igual a los presocráticos y a
Einstein, aunque Aub la trata desde un punto de vista más divertido que el
todos ellos: «Salvatore Rosa, Premio Nobel de Física, vende a su madre como
esclava después de muerta». Una noticia fácilmente comprensible si se sigue el
razonamiento que el físico desgrana a continuación, para lo cual echa mano de
las paradojas de Zenón: «Si el tiempo es discontinuo, la continuidad no existe.
Somos lo que fuimos y seremos, distintos y eternos en cada momento, luego puedo
vender a mi madre como esclava».
Fragmento de “Max Aub: el
escritor perseguido que hizo un periódico de titulares cómicos”
En: http://www.yorokobu.es
jueves, 1 de junio de 2017
"No te apenes, Mujer. Eres la Puerta al Todo. Eres el puente a las almas".- Walt Whitman
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31 de mayo de 1819- Estados Unidos |
Cuando hube leído el libro
Cuando hube leído el libro, la biografía famosa,
Me dije: “¿Es esto lo que el autor llama la vida de un
hombre?
¿Y escribiría alguno así mi vida cuando yo haya muerto?”
Como si, en realidad, alguno supiera algo de mi vida.
Pues yo mismo, a menudo pienso, que muy poco es lo que sé de
mi propia vida.
Solo algunos indicios, unos pocos rastros acá y allá.
Los que aprovecho para mi uso y registro aquí.
Walt Whitman
De: CiudadSeva.com
lunes, 29 de mayo de 2017
" Siempre hay un verdadero camino y otro equivocado; y el equivocado siempre parece el más verdadero. " – Thomas More
LA ÚLTIMA ROSA DEL VERANO
Es la última rosa del verano,
que solitaria queda floreciendo;
Todas sus adorables compañeras
Han marchitado y se han ido;
No hay flor de su linaje,
No hay capullo cercano,
Que reflejen su rubor,
O devuelvan suspiro por suspiro.
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28 de mayo de 1779- Irlanda |
No dejaré que tú, solitaria!
Languidezcas en el tallo;
Ya que las adorables duermen,
Ve tú a dormir con ellas.
Así yo esparciré, suavemente,
Tus hojas sobre el lecho,
Donde tus compañeras de jardín,
Yacen sin perfume y muertas.
Tan pronto como pueda seguirte,
Cuando las amistades decaigan,
Y desde el círculo brillante del amor,
Las gemas caigan alejadas.
Cuando los corazones sinceros yazcan marchitos,
Y los bondadosos hayan volado,
¡Oh! ¿Quién habitaría
Este mundo sombrío en soledad?
viernes, 26 de mayo de 2017
"La noche es como alcázar de emperador sombrío / que se asoma, en silencio, a un balcón de tinieblas."- Emile Verhaeren
Las fábricas
Mirándose con los ojos quebrados de sus ventanas
y reflejándose en el agua con brea y salitre
de un canal recto, trazando su límite al infinito,
frente a frente, a lo largo de los muelles de sombra y
noche,
a través de los suburbios agobiantes
y la miseria en andrajos de esos suburbios,
roncan horriblemente usinas y fábricas.
Rectángulos de granito y monumentos de ladrillos,
y largos muros sombríos que se prolongan por leguas,
inmensamente, por los suburbios;
y sobre sus techos, en la niebla, aguijoneadas
por hierros y pararrayos,
las chimeneas.
Mirándose con sus ojos negros y simétricos,
por los suburbios, en el infinito,
roncan día y noche
las usinas y las fábricas.
¡Oh, los barrios enmohecidos de lluvia y sus calles
principales!
Y las mujeres y sus andrajos que aparecen
y las plazas, donde surge, en unas caries
de escombros y escorias,
una flora pálida y descompuesta.
En las esquinas, puerta abierta, los bares:
estaños, cobres, espejos ajados,
estanterías de ébano y frascos locos
desde donde resplandecen el alcohol
y su destello hacia las aceras.
Y pintas que de repente refulgen
sobre el mostrador, en pirámides de coronas;
y personas borrachas, de pie,
cuya largas lenguas lamen, sin frases,
las ales de oro y el whisky color topacio.
A través de los suburbios agobiantes
y la miseria en lágrimas de esos suburbios,
y los turbios y lúgubres vecindarios,
y los odios que se entrecruzan de personas en personas
y de parejas en parejas,
y el robo incluso entre indigentes,
retumban, al final de los patios, siempre,
los jadeantes ronquidos sordos
de las usinas y las fábricas simétricas.
Aquí, bajo grandes techos donde centellea el vidrio,
el vapor se condensa en fuerza prisionera:
mandíbulas de acero muerden y humean;
grandes martillos monumentales
trituran bloques de oro sobre yunques,
y, en un rincón, se iluminan las fundiciones
en hogueras arqueadas y frenéticas que son domadas.
Allá, los dedos meticulosos de los oficios prestos,
con ruidos pequeños, con minúsculos gestos,
tejen telas con hilos que vibran
ligeros y delgados como fibras.
Cintas de cuero transversales
corren de un extremo a otro de las salas
y los volantes grandes y violentos
giran, parecidos a las aspas al viento
de los locos molinos, bajo las ráfagas.
Un día de encierro avaro y chato
roza, a través de los vidrios engrasados
y húmedos de un tragaluz,
cada labor.
Automáticos y minuciosos,
obreros silenciosos
ajustan el movimiento
de universal tictacamiento
que fermenta de fiebre y locura
y hace trizas, con sus dientes de obstinación,
la palabra humana abolida.
Más lejos, un estruendoso alboroto de impactos
asciende de la sombra y se erige por bloques;
y, repentinamente, quebrando el impulso de las violencias,
muros de ruido parecen caer
y acallarse, en un charco de silencio,
mientras que los exacerbados llamados
de los crudos silbatos y las señales
continúan aullando hacia las lámparas,
alzando sus salvajes fulgores,
en zarzas de oro, hacia las nubes.
Y todo alrededor, al igual que un cinto,
allá, arquitecturas nocturnas:
las dársenas, los puertos, los puentes, los faros
y las estaciones locas de estrépito;
y más lejos aún techos de otras fábricas
y tanques y fundiciones y cocinas
asombrosos de nafta y resinas,
cuyas jaurías de fuego y altos resplandores
muerden a veces el cielo, a fuerza de ladridos e incendios.
A lo largo del viejo canal al infinito,
a través de la inmensidad de la miseria
de los sombríos sendero y los caminos de piedra,
las noches, los días, siempre,
roncan las continuas pulsaciones sordas,
en los suburbios,
de las fábricas y las usinas simétricas.
El alba se enjuga
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Emile Verhaeren mayo de 1855 Poeta belga, futurista. |
en sus pañuelos de hollín;
el mediodía y su sol azorado
como un ciego vagan por sus nieblas;
solo, cuando al final de la semana, al atardecer,
la noche se deja en las tinieblas caer,
el áspero esfuerzo se interrumpe, pero permanece en reposo,
como un martillo sobre un yunque,
y la sombra, a lo lejos, entre las esquinas, parece
una bruma de oro que se enciende.
De: https://buenosairespoetry.com
↑
jueves, 25 de mayo de 2017
"¿Por qué mi corazón siente este largo y olvidado calor? (...) De Abelardo vino, / y Eloísa aún debe besar su nombre".- Alexander Pope
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21 de mayo de 1868- Reino Unido Poeta y ensayista. |
Un ensayo sobre el hombre
Epístola II
1.
Entonces conócete a ti mismo, no supongas a un Dios que
investigar;
el estudio del hombre es el estudio apropiado de la
humanidad.
Situado en este istmo de estados intermedios,
un ser oscuramente sabio y rudamente extraordinario:
con bastante conocimiento de la orilla escéptica,
con bastante debilidad por la soberbia del estoico,
pende en el medio; dudando de actuar o descansar;
dudando de juzgarse Dios o animal;
dudando si por su mente o cuerpo optar;
nacido solamente morir y razonando solamente para errar;
igual que su ignorancia su razón es tal,
bien sea que piense poco o piense asaz:
caos de pensamiento y de pasión, todo confundido;
aún por sí mismo abusado o desmentido;
creado en parte para elevarse y en parte para caer;
gran amo de todas las cosas, si bien presa de todas;
único juez de la verdad, arrojado al error interminable:
¡la gloria, broma y enigma del mundo!
¡Ve, maravillosa criatura! Cabalga a donde la ciencia lleva,
ve, mide la tierra, pesa el aire y delimita las mareas;
instruye a los planetas en qué orbitas correr,
corrige el tiempo antiguo y regula el sol;
ve, elévate junto a Platón hacia la esfera celestial,
hasta el bien primero, la perfección primera y la justicia
primera;
o pisa el círculo intrincado que sus seguidores pisaron
y perdiendo el juicio llama imitando a Dios
como sacerdotes de oriente corriendo en torpes círculos
y girando las cabezas para imitar al sol.
Ve, enséñale a la Sabiduría Eterna cómo gobernar
—¡y luego cae en ti mismo y sé un idiota!
Seres superiores, cuando vieron hace poco
a un Hombre mortal desdoblar toda la ley Natural,
admiraron tal sabiduría en una forma terrenal
y mostraron a un Newton como mostramos a un Simio.
¿Podría él, cuyas leyes atan el rápido cometa,
describir o fijar un movimiento de su cabeza?
¿Quien vio sus fuegos aquí alzarse y allí descender
podrá explicar su propio origen o su fin?
¡Ay, qué maravilla! La parte superior del hombre
puede alzarse sin control y escalar de arte en arte;
mas cuando su propia gran obra ha tan sólo comenzado,
lo que hila la razón por la pasión es deshilado.
Sigue a la ciencia, pues, con la modestia como guía;
primero desnuda todo su bagaje de orgullo;
deduce lo que es solo vanidad o atavío
o el lujo del aprendizaje o la pereza;
o trucos para mostrar el alcance del cerebro humano,
simple placer curioso o dolor ingenioso;
purga todo o poda las partes sobrantes
de todos nuestros vicios que han creado artes;
luego mira cuán poca la suma restante,
¡la que sirvió al pasado y debe hacerlo en los tiempos por
venir!
miércoles, 24 de mayo de 2017
lunes, 22 de mayo de 2017
El adulto del mañana también puede formarse desde la butaca de un teatro. Ideal, si la Compañía es "Fondo Rojo".
Sentimos una especial alegría al invitarles a acompañar a sus hijos en una experiencia que, para ellos, trascenderá la diversión pues, sutilmente, irá generando reflexiones y actitudes garantizadoras de una adultez sensible, equilibrada, sana, en definitiva. No en vano los antiguos griegos adoptaron como política de Estado la concurrencia al teatro (aunque la vedaran a quienes no pertenecieran a la aristocracia, medida que tampoco debemos olvidar cuando nos referimos a la "democracia" griega).
En este caso, la apuesta por una formación a través del Arte está vinculada, además, a la certeza de que Marcelo Caldarelli -escritor, actor y director teatral- ha orientado siempre su creación en base a sólidos principios humanistas.
Para nosotros es ésta una convicción, ya que fue integrante de PERRAS NEGRAS por largo tiempo, y su presencia dejó un preciado caudal de emociones.
Ahora, tenemos el agrado de que Laura Mantegani -su pareja, también actriz- esté con nosotros, afinando su natural talento y enriqueciéndonos con un intercambio realmente singular.
Argumentos no faltan entonces para reiterar la sugerencia de una complementación al proyecto familiar de una educación integral: ¡ Acompañen al teatro a sus hij@s, a sus sobrin@s, a sus niet@s!
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