8 de junio de 1903- Bélgica
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“Comer demasiado es un vicio
romano, pero yo fui sobrio con voluptuosidad. Hermógenes no se ha visto
precisado a alterar mi régimen, salvo quizá esa impaciencia que me llevaba a
devorar lo primero que me ofrecían, en cualquier parte y a cualquier hora, como
para satisfacer de golpe las exigencias del hambre. De más está decir que un
hombre rico, que sólo ha conocido las privaciones voluntarias o las ha
experimentado a título provisional, como un incidente más o menos excitante de
la guerra o del viaje, sería harto torpe si se jactara de no haberse saciado.
Atracarse los días de fiesta ha sido siempre la ambición, la alegría y el
orgullo naturales de los pobres. Amaba yo el aroma de las carnes asadas y el
ruido de las marmitas en las festividades del ejército, y que los banquetes del
campamento (o lo que en el campamento valía por un banquete) fuesen lo que
deberían ser siempre: un alegre y grosero contrapeso a las privaciones de los
días hábiles. En la época de las saturnales, toleraba el olor a fritura de las
plazas públicas. Pero los festines de Roma me llenaban de tal repugnancia y
hastío que alguna vez, cuando me creí próximo a la muerte durante un
reconocimiento o una expedición militar, me dije para reconfortarme que por lo
menos no tendría que volver a participar de una comida. No me infieras la
ofensa de tomarme por un vulgar renunciador; una operación que tiene lugar dos
o tres veces por día, y cuya finalidad es alimentar la vida, merece seguramente
todos nuestros cuidados. Comer un fruto significa hacer entrar en nuestro Ser
un hermoso objeto viviente, extraño, nutrido y favorecido como nosotros por la
tierra; significa consumar un sacrificio en el cual optamos por nosotros frente
a las cosas. Jamás mordí la miga de pan de los cuarteles sin maravillarme de
que ese amasijo pesado y grosero pudiera transformarse en sangre, en calor, acaso
en valentía. ¡Ah! ¿Por qué mi espíritu, aun en sus mejores días, sólo posee una
parte de los poderes asimiladores de un cuerpo?”
De: Las Memorias de Adriano
En: bahiapsicosocial.com.ar
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