La frase: "Lo mejor que he escrito se basa en esa aptitud para poder morir
contento" sin embargo sigue siendo difícil de aceptar, aunque tenga un
aspecto atractivo que proviene de su simplicidad. ¿Cuál es esa aptitud? ¿Qué da
a Kafka esa seguridad? ¿Se ha acercado ya lo suficiente a la muerte para saber
cómo se comportará ante ella? El autor parece sugerir que, en los "buenos
pasajes" de sus escritos en que alguien muere, muere de una muerte
injusta, que él mismo se ha puesto en juego en el que muere. ¿Se tratará
entonces de una especie de aproximación a la muerte, realizada so capa de la
escritura? Pero el texto no dice exactamente eso: sin duda lo que indica es una
intimidad entre la muerte desdichada que se produce en la obra y el escritor
que se alegra de ella; el escritor excluye la relación fría, distante, que
permite una descripción objetiva; si conoce el arte de conmover, un narrador
puede contar de una manera emocionante hechos emocionantes a los que es ajeno;
en ese caso, el problema que se presente es el de la retórica y, por supuesto,
del derecho a recurrir a ella. Pero el dominio de que habla Kafka es distinto,
y el cálculo del que se reclama es todavía más profundo. Sí, fuerza es morir en
el que muere, la verdad lo exige, pero hay que ser capaz de satisfacerse con la
muerte, de hallar en la suprema insatisfacción la suprema satisfacción y de
conservar, en el instante de la muerte, la claridad de la mirada que proviene
de ese equilibrio.
Lo que nos choca en esta
reflexión es que parece autorizar la triquiñuela en el arte. ¿Por qué describir
como un hecho injusto lo que él mismo es capaz de acoger contento? ¿Por qué,
contento con ella, nos hace a la muerte terrible? Esto da al texto una ligereza
cruel. El arte tal vez exija jugar con la muerte, tal vez introduzca un juego,
un poco de juego, allí donde ya no hay recurso ni dominio. Mas, ¿qué significa
ese juego? "El arte vuela en torno a la verdad, con la intención decidida
de no quemarse en ella". Aquí, vuela en torno a la muerte, no se quema en
ella, pero hace sensible la quemadura y es lo que quema y lo que conmueve fría
y mentirosamente. Perspectiva esta que bastaría para condenar el arte. Sin
embargo, para ser justos con la observación de Kafka, también es preciso
comprenderla de otro modo. A sus ojos, morir contento no es una actitud buena
en sí, pues, antes que nada, lo que expresa es el descontento por la vida, la
exclusión de la dicha de vivir, esa dicha que hay que desear y amar antes que
nada. "La aptitud para morir contento" significa que la relación con
el mundo normal ya está rota: en cierto modo Kafka ya está muerto, ello se le
da como se le dio el exilio y ese don está ligado al de escribir. Como es
natural, el hecho de hallarse exiliado de las posibilidades normales, por ello
mismo, no da dominio sobre la posibilidad extrema; el hecho de ser privado de
la vida no garantiza la posesión feliz de la muerte, sólo hace a la muerte
contenta de una manera negativa (se está contento de terminar con el
descontento por la vida). De ahí la insuficiencia y el carácter superficial de
la observación. Mas, precisamente, ese mismo año y en dos ocasiones, Kafka
escribe en su Diario: "No me aparto de los hombres para vivir en paz, sino
para poder morir en paz". Esa separación, esa exigencia de soledad le es
impuesta por su trabajo. "Si no me salvo en un trabajo, estoy perdido. ¿Lo
sé tan claramente como es? No me entierro ante los seres porque quiera vivir
apaciblemente, sino porque quiero perecer en paz". Ese trabajo es escribir. Se retira del mundo para escribir y
escribe para morir en paz. Ahora, la muerte, la muerte contenta es el salario
del arte, es la meta y la justificación de la escritura. Escribir para morir en
paz. Sí, pero, ¿cómo escribir? Conocemos la respuesta: sólo se puede escribir
si se es apto para morir contento. La contradicción nos devuelve a la
profundidad de la experiencia.
Del libro DE KAFKA A KAFKA,
Maurice Blanchot (Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires-1993)
En: http://www.ddooss.org
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27 de setiembre de 1907- Francia Escritor, crítico e intelectual de relevancia en el siglo XX. |