martes, 25 de febrero de 2014

Mariano Brull, poeta cubano creador de las "jitanjáforas"

24 de febrero de 1891 - Cuba























Jitanjáfora


Filiflama alabe cundre
ala olalúnea alífera
alveola jitanjáfora
liris salumba salífera

Olivia oleo olorife
alalai cánfora sandra
milingítara girófora

zumbra ulalindre calandra.



La poesía pura de Mariano Brull


Mariano Brull (1891-1956) aunque cronológicamente pertenece a la generación post-modernista (en esta época aparece su primer libro "La casa del silencio" 1), se considera el iniciador de la poesía pura cubana.

Su estancia en París (1926-1929) lo coloca en una de las escenas mundiales privilegiadas de la nueva poesía. Profundamente influenciado por la obra de Paul Valéry, tradujo magistralmente unos poemas suyos, posiblemente refinó su formación y sensibilidad de artista con el estudio de la obra de Mallarmé y de poetas y ensayistas ingleses como William Butler Yeats, A.C. Bradley y George Moore, representantes de una línea de pensamiento que tendría una formulación definitiva en las palabras del abad Henri Brémond.

(...)

Y desde Poe, y el gran maestro Baudelaire, empieza un movimiento hacia la poesía pura, del arte por el arte, el simbolismo. La poesia es por su naturaleza indecifrable y alude a una otra realidad que el hombre no puede alcanzar a conocer con plenitud.



(...)

Paulatinamente la búsqueda de la tanto anhelada pureza se consuma por sí misma. La palabra pierde su significado primario, el lenguaje se identifica con el infantil en formación, un balbucear preconsciente. He aquí la "jitánjafora" pura: un estadio de indeterminación del lenguaje que, sin su contenido conceptual y afectivo, se reduce a un simple juego sonoro.

Las "jitanjáforas" nacieron de un ocasional y alegre experimento que Brull compuso para sus hijitas, unos poemas para ser recitados. Alfonso Reyes, que estaba entre los presentes, les dio el nombre y contó lo sucedido


Además de las jitanjáforas "puras", Brull compuso algunas que podríamos llamar "impuras"; son combinaciones de palabras existentes, y no simple efectos silábicos, donde prevalecen aliteraciones, paronomasias, como en el "amare l'amaro mare" de Savinio:

Por el verde, verde/ verdería de verde mar/ Rr con Rr./ Viernes, vírgula, virgen/ enano verde/ verdularia cantárida/ Rr con Rr. / Verdor y verdín/ verdumbre y verdura./verde, doble verde/ de col y lechuga./ Rr con Rr/ en mi verde limón/ pájara verde./ Por el verde, verde/ verdehalago húmedo/ extiéndome.-Extiéndete./ Vengo de Mundodolio/ y en Verdehalago me estoy.


De: © Armando Francesconi 2001
Universidad "G. D'Annunzio" de Pescara-Chieti (Italia)

Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid

En: http://www.ucm.es/info/especulo





Escalones


Yo me esconderé pero que no me
veas ¡oh Tiempo! por invisible
claro viajero. Yo te observaré
en tu intimidad, cuando crees
estar solo y desnudas el secreto
de tu huidiza transparencia.
Yo te adivino como prestidigitador
que saca algo donde parece no
haber nada, y puedes multiplicar
hasta el infinito las túnicas
color de aire, o color de agua,
y entonces quedarte inmóvil
en el mismo borde de la nada.


De: http://www.lajiribilla.cu



El Niño Y La Luna



La luna y el niño juegan
un juego que nadie ve;
se ven sin mirarse, hablan
lengua de pura mudez.

¿Qué se dicen, qué se callan,
quién cuenta una, dos y tres,
y quién, tres, y dos, y uno
y vuelve a empezar después?

¿Quién se quedó en el espejo,
luna, para todo ver?
Está el niño alegre y solo:
la luna tiende a sus pies

nieve de la madrugada,
azul del amanecer;
en las dos caras del mundo
?la que oye y la que ve?
se parte en dos el silencio,
la luz se vuelve al revés,
y sin manos, van las manos
a buscar quién sabe qué,
y en el minuto de nadie
pasa lo que nunca fue…

El niño está solo y juega
un juego que nadie ve.