martes, 16 de septiembre de 2014

"Denme veneno para morir o sueños para vivir."- Gunnar Ekelöff

15 de setiembre de 1907- Suecia
Poeta.

Leyendas de Miroloyis


Poder alegrarme aun estando ciego
con lo que otros me cuentan que han visto
Esto es lo que he ganado
Sentir esta mano en la mía
callosa de recoger hierbas comestibles
pero todavía muy joven
quizá demasiado
¡Qué tristeza! ,
A veces cuando ella se ausenta
-sé bien porqué-
y yo me quedo aquí sentado en una piedra esperándola
toco con los dedos
las hojas y hierbecillas de mi alrededor
y siento sus diferentes aromas:
Me devuelven algo de lo que yo solía ver. Sí-
en una época montaba yo un semental
de raza Shammar
cuya genealogía se remontaba a tiempos del Profeta
y no me interesaban las chicas

Todavía puedo oír
el gran cencerro de bronce de la cabra guía
y los cencerros de los camellos
desde el grande del primero
hasta el pequeño del octavo que cierra la marcha-
Oigo los pasos de los hombres
que transitan por aquí
Recuerdo y sé
Por eso no soy ciego
Solamente he sido cegado
Yo he visto
y siento
la mano de la joven
al coger la mía,
unas veces firme, entonces sé que ella sabe,
otras menos firme,
entonces sé que está preocupada.



Guía para el Averno  1967


Solo en la Noche silenciosa
¡la única a la que llamo mía!
Solo en las tinieblas fundido con el dolor
viendo como el Día distraía de la Verdad
la Verdad del Día: una lluvia de alfilerazos
contra la piel, el oído y los otros sentidos
Solo en la Noche luchando con la Verdad-
En las tinieblas se acercan sus agujas
sus aguzadas puntas de luz. ¡Y que esto sea
juego limpio! -Una lluvia de pinchazos
me dio el Día, ¿Se puede arrancar la vida
a alguien con el tormento? Preferible entonces es la Noche
cuya punzada es una sola, decisiva
en la luz de tu ojo, la niña de los ojos de tu alma
en el ser o no ser de tu corazón-
Tú vez cómo se acerca la punta y la esquivas
Se vuelve a acercar, tú la paras
Y las tinieblas acogen tus ataques
los ocultan en su oscuro pecho donde quizá otro corazón
palpita herido -tu imagen reflejada en un espejo
en un mundo reflejado en un espejo.



De: amediavoz.com


“Los verdaderos escritores son aquellos que quieren escribir, necesitan escribir, tienen que escribir”- Robert Penn Warren

24 de abril de 1905- 15 de setiembre de 1985- Estados Unidos
Escritor y crítico literario.
Fundador de la Fraternidad de los Escritores del Sur.

MÁSTILES AL AMANECER


Pasado el segundo canto del gallo los mástiles en el puerto lentamente se emblanquecen.

Aún no hay luz en el Este, pero las estrellas muestran cierta fatiga.
Se retiran a una nueva distancia. Han descubierto que no valemos la pena. Hace rato que

El búho, en el oscuro eucalipto, funesto y melodioso, llamó por última vez, y

Rato hace desde que la luna se hundió y los ingleses
Acabaron de fornicar en sus queches. Por la noche hubo una fuerte crecida.

Rojo murió el sol, pero al anochecer se levantó un viento del Este, un mar blanco rezongó el negro promontorio del muelle.

Cuando hay una fuerte crecida, uno puede, si se rinde a ella, experimentar
Un sentido, en el acto, de unidad mística con ese ritmo. La voluntad del mar es tu paz.

Pero ahora no hay movimiento, el rostro de la bahía se ve lustroso en la oscuridad, como

Una ventana acostada en el suelo negro a la par de un muro, cerca de un puñado de cenizas. No

Recibe ni da luz. Esta es la hora en que el mar

Se hunde en meditación. Duda de su propia misión. El gato ahogado
Que en la crecida de anoche jugueteaba con las estacas del muelle y parecía

Querer subirse a ellas y secarse, ahora flota libre. Sobre esa superficie, él es sólo una leve convexidad, como

Un párpado cerrado, en lo oscuro. Uno debe aprender a aceptar el beso del destino, pues

Los mástiles lentamente se emblanquecen, como la luz, como el rocío, tras la oscuridad
Que en ellos se condensa, sobre maderas aceitadas, sobre el metal. El rocío se emblanquece en la oscuridad.

Yo reposo en mi cama y pienso cómo, en la oscuridad, los mástiles se emblanquecen.

El sonido del motor del primer bote pesquero muere en dirección del mar. Pronto
En la cañada, tierra adentro, se despierta la paloma del alba. Debemos intentar

Amar tanto al mundo para poder, al final, creer en Dios.



De: cafeverlaine.blogspot.com

By John Atkins