sábado, 29 de noviembre de 2014

Pere Quart: militante catalán en la Guerra Civil.

29 de noviembre de 1899- Barcelona
Escritor y traductor.


Codicilo de poeta


Os lego, amigos, sencillamente,
los tres humildes quehaceres de siempre:
vivir (y comer) con decoro cada día;
si podéis, encauzar codicia y lujuria;
pensar ( creer o dudar )
en la certeza y las hipótesis
de la muerte de la carne
y la vida nueva del alma.

No hay nada más que hacer; y ya basta.
El resto es literatura.

De "Vacaciones pagadas" 1959
Versión de José Batlló



Espero, sospecho, temo, quisiera


Espero que no me mire,
               que no me vea.

Sospecho que está siempre,
                     que no falla,
                     que me tiene fichado,
                     que no hay escapatoria.

Temo que me amenace,
             que me riña,
             que me castigue,
             o que me espíe,
             y me siga.

Me desazonan los misterios
                              los oráculos,
                              los enigmas,
                              los dones, los privilegios,
                              los éxtasis.

Las ceremonias me desasosiegan:
                                 el culto,
                                 la nube sacra.

Y quisiera sentirlo y verlo
                      hablarle, entenderlo,
                      servirlo como un hombre
                      siempre.

 Quisiera que me tomara de una vez
                   o que me mudase en hoja,
                   en cosa pura, estúpida
                   en silencio o aire,
                   en piedra,
                   en átomo,

de su reino total.

Quiero amor o calma.

De "Vacaciones pagadas" 1985
Versión de José Batlló


De: amediavoz.com




"Las dificultades preparan a personas comunes para destinos extraordinarios"- C. S. Lewis




Más adelante entraron en un cuarto casi vacío. Sólo había un gran ropero con espejos en las puertas. Allí no encontraron nada más, excepto una botella azul en la repisa de la ventana.
—¡Nada por aquí! —exclamó Pedro, y todos los niños se precipitaron hacia la puerta para
continuar la excursión. Todos menos Lucía, que se quedó atrás. ¿Qué habría dentro del armario?
Valía la pena averiguarlo, aunque, seguramente, estaría cerrado con llave. Para su sorpresa, la puerta se abrió sin dificultad. Dos bolitas de naftalina rodaron por el suelo.
La niña miró hacia el interior. Había numerosos abrigos colgados, la mayoría de piel. Nada le gustaba tanto a Lucía como el tacto y el olor de las pieles. Se introdujo en el enorme ropero y caminó entre los abrigos, mientras frotaba su rostro contra ellos. Había dejado la puerta abierta, por supuesto, pues comprendía que sería una verdadera locura encerrarse en el armario. Avanzó algo más y descubrió una segunda hilera de abrigos. Estaba bastante oscuro ahí adentro, así es que mantuvo los brazos estirados para no chocar con el fondo del ropero. Dio un paso más, luego otros dos, tres... Esperaba siempre tocar la madera del ropero con la punta de los dedos, pero no llegaba nunca hasta el fondo.
—¡Este debe ser un guardarropa gigantesco! —murmuró Lucía, mientras caminaba más y más adentro y empujaba los pliegues de los abrigos para abrirse paso. De pronto sintió que algo crujía bajo sus pies.
«¿Habrá más naftalina?», se preguntó.
Se inclinó para tocar el suelo. Pero en lugar de sentir el contacto firme y liso de la madera, tocó algo suave, pulverizado y extremadamente frío. «Esto sí que es raro», pensó y dio otros dos pasos hacia adelante.
Un instante después advirtió que lo que rozaba su cara ya no era suave como la piel sino duro, áspero e, incluso, clavaba.
—¿Cómo? ¡Parecen ramas de árboles! —exclamó.

Entonces vio una luz frente a ella; no estaba cerca del lugar donde tendría que haber estado el fondo del ropero, sino muchísimo más lejos. Algo frío y suave caía sobre la niña. Un momento después se dio cuenta que se encontraba en medio de un bosque; además era de noche, había nieve bajo sus pies y gruesos copos caían a través del aire.

Clive Staples Lewis
29 de noviembre de 1898- Irlanda
Académico, escritor y locutor.