jueves, 21 de mayo de 2015

"La burocracia es un mecanismo gigante operado por pigmeos"- Honoré De Balzac


“Si me posees, lo poseerás todo.
Pero tu vida me pertenecerá.
Dios lo ha querido así.
Desea, y se realizarán tus deseos.
Pero acomoda tus aspiraciones a tu vida.
Aquí está encerrada.
A cada anhelo, menguaré como tus días.
¿Me quieres? ¡Tómame!
Dios te oirá.
¡Así sea!

Aquí -agregó en voz vibrante, mostrando la piel de zapa-, en este pedazo de piel, se encuentran reunidos el «poder» y el «querer». En él están resumidas vuestras ideas sociales, vuestras desmedidas ambiciones, vuestras intemperancias,  vuestras alegrías que matan, vuestros dolores que alargan la vida, porque quizá el  mal no sea más que un violento placer. ¿Quién será capaz de determinar el punto en que la voluptuosidad se convierte en mal, y el en que el mal continúa siendo voluptuosidad? ¿No acarician la vista los más vivos fulgores de! mundo ideal, al paso que siempre la hieren las más suaves tinieblas del mundo físico? ¿No se  deriva de saber la palabra sabiduría? ¿Y en qué consiste la locura, sino en el exceso de un querer o de un poder?”



De: Piel de zapa






















Me arriesgaría incluso a decir que ya podemos vislumbrar en la novela de Balzac <L’Envers de l’histoire contemporaine> los primeros signos del sujeto en el “discurso del capitalismo”: un sujeto exhausto que busca con su “curiosidad” su pequeño trozo de saber, sólo para producir un excedente de “consuelo” que en última instancia sirve al amo “escondido”.

De: NODVS-Balzac, Lacan y el discurso del capitalismo- Howard Rouse