sábado, 13 de junio de 2015

"Aquí en Irlanda, donde las artes se han desarrollado con humildad, encontrarán los artistas a mano dos pasiones: la vida Invisible y la del amor al país" - William Butler Yeats
















Cuando estés vieja y gris y soñolienta...


Cuando estés vieja y gris y soñolienta
y cabeceando ante la chimenea, toma este libro,
léelo lentamente y sueña con la suave mirada
y las sombras profundas que antes tenían tus ojos.

Cuántos amaron tus momentos de alegre gracia
y con falso amor o de verdad amaron tu belleza,
pero sólo un hombre amó en ti tu alma peregrina
y amó los sufrimientos de tu cambiante cara.

E inclinada ante las relumbrantes brasas
murmulla, un poco triste, cómo escapó el amor
y anduvo en las cimas de las altas montañas
y entre un montón de estrellas ocultó su rostro.

Versión de Nicolás Suescún















La flecha


Pensé en tu belleza, y esta flecha,
hecha de pensamientos insensatos, está en mi médula.
Ningún hombre puede contemplarla, ninguno,
recién llegada a su condición de mujer,
alta y noble, pero con rostro y pecho
del color delicado de la flor del manzano.
Es más amable esta belleza, mas por una razón
podría llorar yo porque lo viejo ha pasado.

Versión de Enrique Caracciolo Trejo



William Butler Yeats
Poeta, dramaturgo, político.
13 de junio de 1865- Irlanda

“Tengo el deber de encerrarme en la casa de mi espíritu y trabajar cuanto pueda y en todo cuanto pueda para el progreso de la civilización y el ensanchamiento de la conciencia de la humanidad”- Fernando Pessoa

Fernando Pessoa
13 de junio de 1888- Portugal
Poeta, traductor.









































Envidio -pero no sé si envidio- a aquellos de quienes se puede escribir una biografía, o que pueden escribir la propia. En estas impresiones sin nexo, ni deseo de nexo, narro indiferentemente mi biografía sin hechos, mi historia sin vida. Son mis Confesiones y, si nada digo en ellas, es que no tengo nada que decir.

¿Qué tiene alguien que confesar que valga o que sirva? Lo que nos ha sucedido, o le ha sucedido a todo el mundo o sólo a nosotros; en un caso, no es novedad, y en el otro no es cosa que se comprenda. Si escribo lo que siento es porque así disminuyo la fiebre de sentir. Lo que confieso no tiene importancia, pues nada tiene importancia. Hago paisajes con lo que siento. Hago fiestas de las sensaciones. Comprendo bien a las bordadoras gracias a la amargura, y a las que hacen punto de media porque hay vida. Mi tía vieja hacía solitarios durante lo infinito de la velada. Estas confesiones de sentir son solitarios míos. No los interpreto, como quien usase cartas para saber el destino. No los ausculto, porque en los solitarios las cartas no tienen propiamente valor. Me desenrollo como una madeja multicolor, o hago conmigo figuras de cordel, como las que se tejen entre los dedos estirados y se pasan de unos niños a otros. Sólo me preocupo de que el pulgar no estropee el lazo que le corresponde. Después, vuelvo la mano y la imagen resulta diferente. Y vuelvo a empezar.

Vivir es hacer punto de media con una intención de los demás. Pero, al hacerlo, el pensamiento es libre, y todos los príncipes encantados pueden pasear por sus parques entre zambullida y zambullida de la aguja de marfil de pico al revés. Punto de ganchillo de las cosas... Intervalo... Nada...

Por lo demás, ¿con qué puedo contar conmigo? Una acuidad horrible de las sensaciones, y la comprensión profunda de estar sintiendo... Una inteligencia aguda para destruirme, y un poder de ensueño ávidamente deseoso de entretenerme... Una voluntad muerta y una reflexión que la arrulla, como a un hijo vivo... Sí, punto de ganchillo...


De: Libro del desasosiego de Bernardo Soares
Por Fernando Pessoa (*)
Traducción de Angel Crespo

En: http://www.enfocarte.com