Periodista, activista étnica y escritora, elogiada
por Gabriela Mistral, reconocida en varias Universidades extranjeras y la
primera en publicar obras en el Cono Sur: “Pregón de Marimorena” y “Cien Cárceles
de Amor”.
¿La primera? Sí, la primera mujer negra
que logró escalar el alto muro del ninguneo típico del Uruguay. Porque, además
de afrodescendiente y uruguaya, fue poetisa, tres condiciones aún indispensables
para lograr la invisibilidad.
¿La conocen? Nosotros no y nos causa profunda
tristeza esta ignorancia.
Recientemente supimos que en 2012, el Correo
Uruguayo lanzó la serie de Personalidades Afrouruguayas, al frente de la cual
la ubicó.
Hace pocos días, la periodista Isabel Oronoz -otra valiosa
mujer intelectual negra- presentó el libro “Rompiendo Silencios” en el que
expone su investigación acerca de la escritora.
Es deseo intenso de este Centro de Formación Humanística
que estas acciones vayan generando hondas actitudes de madurez en nuestra
población, porque nuestra identidad es polícroma. El Mejor de los Orientales,
de ojos celestes, no era mudo: algunas veces hablaba con palabras, y otras, con
actos. Su hijo Manuel el Caciquillo era charrúa, y Ansina, negro como el betún.
Que Virginia Brindis de Salas sea reivindicada con
el mejor de los tributos que se puede rendir al poeta: la lectura de su obra.
También lo prometemos.
 |
Invitamos también a ingresar a www.acsunururuguaynegro.blogspot.com |