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27 de noviembre de 1865- Colombia Precursor del Modernismo. |
Terminado el bachillerato, el futuro poeta hubo de atender
el almacén familiar.
Cuenta Enrique Santos Molano,
autor de la biografía más completa que se ha escrito sobre el poeta: "José
Asunción Silva armó detrás del mostrador un laboratorio imponderable de
observación social y psicológica. Examinaba con penetración rigurosa las
personas que entraban de compras, de mirones o de visitantes a R. Silva;
espiaba sus gestos, estudiaba sus gustos, procesaba sus opiniones, acechaba sus
peculiaridades, sus virtudes, sus defectos, y los anotaba en su memoria de
ordenador y en un cuaderno. Detrás del mostrador acrecentó sus conocimientos,
devoró cantidades de libros y procuró mantenerse informado de los movimientos
literarios, artísticos y políticos de Europa".
Don Ricardo Silva falleció la
noche del 1 de junio de 1887, en la casa 93 de la calle 12. Pero no fue
solamente la triste pérdida lo que ensombreció y transformó totalmente el
ambiente familiar; al asumir José Asunción la dirección de los negocios
paternos, descubrió que hasta entonces su familia había vivido en una falsa
bonanza, basada en créditos respaldados únicamente en la confianza que los
acreedores tenían en don Ricardo y que tal vez no era ''heredable''.
Pero el poeta no se amilanó:
decidió renovar el negocio y diversificarlo, invirtiendo en tierras cafeteras,
abriendo una sucursal de R. Silva e Hijo llamada Almacén de Cuelgas, y
revolucionando la publicidad con poemas-anuncio o bien con enormes letreros
nunca vistos en los diarios capitalinos. No obstante, el poeta no escatimó
esfuerzos para revivir la antigua prosperidad: escribió cartas hasta de 103
páginas a los acreedores; cambió mercancía por las deudas contraídas e incluso
escribió un cuento para promocionar los pianos Apollo con sordina que él
vendía.
De: http://www.biografiasyvidas.com
VEJECES
Las cosas viejas, tristes, desteñidas,
sin voz y sin color, saben secretos
de las épocas muertas, de las vidas
que ya nadie conserva en la memoria,
y a veces a los hombres, cuando inquietos
las miran y las palpan, con extrañas
voces de agonizante dicen, paso,
casi al oído, alguna rara historia
que tiene oscuridad de telarañas,
són de laúd, y suavidad de raso.
¡Colores de anticuada miniatura,
hoy, de algún mueble en el cajón, dormida;
cincelado puñal; carta borrosa,
tabla en que se deshace la pintura
por el tiempo y el polvo ennegrecida;
histórico blasón, donde se pierde
la divisa latina, presuntuosa,
medio borrada por el liquen verde;
misales de las viejas sacristías;
de otros siglos fantásticos espejos
que en el azogue de las lunas frías
guardáis de lo pasado los reflejos;
arca, en un tiempo de ducados llena,
crucifijo que tanto moribundo,
humedeció con lágrimas de pena
y besó con amor grave y profundo;
negro sillón de Córdoba; alacena
que guardaba un tesoro peregrino
y donde anida la polilla sola;
sortija que adornaste el dedo fino
de algún hidalgo de espadín y gola;
mayúsculas del viejo pergamino;
batista tenue que a vainilla hueles;
seda que te deshaces en la trama
confusa de los ricos brocateles;
arpa olvidada que al sonar, te quejas;
barrotes que formáis un monograma
incomprensible en las antiguas rejas,
el vulgo os huye, el soñador os ama
y en vuestra muda sociedad reclama
las confidencias de las cosas viejas!
El pasado perfuma los ensueños
con esencias fantásticas y añejas
y nos lleva a lugares halagüeños
en épocas distantes y mejores,
por eso a los poetas soñadores,
les son dulces, gratísimas y caras,
las crónicas, historias y consejas,
las formas, los estilos, los colores
las sugestiones místicas y raras
y los perfumes de las cosas viejas!
A UN PESIMISTA
Hay demasiada sombra en tus visiones,
algo tiene de plácido la vida,
no todo en la existencia es una herida
donde brote la sangre a borbotones.
La lucha tiene sombra, y las pasiones
agonizantes, la ternura huída,
todo lo amado que al pasar se olvida
es fuente de angustiosas decepciones.
Pero, ¿por qué dudar, si aún ofrecen
en el remoto porvenir oscuro
calmas hondas y vívidos cariños
la ternura profunda, el beso puro
y manos de mujer, que amantes mecen
las cunas sonrosadas de los niños?