viernes, 2 de octubre de 2015

Tomás Rodaja, ¿el primer invisibilizado por la discriminación social?

Miguel de Cervantes Saavedra
29 de setiembre de 1547- España

«Imaginóse el desdichado que era todo hecho de vidrio, y con esta imaginación, cuando alguno se llegaba a él, daba terribles voces pidiendo y suplicando con palabras y razones concertadas que no se le acercasen, porque le quebrarían: que real y verdaderamente él no era como los otros hombres, que todo era de vidrio, de pies a cabeza. [...] Decía que le hablasen desde lejos, y le preguntasen lo que quisieren, porque a todos les respondería con más entendimiento, por ser hombre de vidrio y no de carne: que el vidrio, por ser de materia sutil y delicada, obraba por ella el alma con más prontitud y eficacia que no por la del cuerpo, pesada y terrestre.[...] Pidió Tomás le diesen alguna funda donde pusiese aquel vaso quebradizo de su cuerpo, porque al vestirse algún vestido estrecho no se quebrase; y así, le dieron una ropa parda y una camisa muy ancha, que él se vistió con mucho tiento y se ciñó con una cuerda de algodón.[...] cuando andaba por las calles, iba por la mitad dellas, mirando a los tejados temeroso no le cayese alguna teja encima y le quebrase; los veranos dormía en el campo al cielo abierto, y los inviernos se metía en algún mesón, y en el pajar, se enterraba hasta la garganta, diciendo que aquélla era la más propia y más segura cama que podían tener los hombres de vidrio.»


De: El Licenciado Vidriera
Novela ejemplar de Miguel de Cervantes Saavedra

Cuando la sociedad no perdona 
que el pobretón Tomás Rodaja se convierta 
en Tomás Rueda, 
el Licenciado se siente un ser invisible. 
Sólo un humanista como Cervantes 
pudo crear un personaje como éste. 
Una novela para no soslayar.