2 de junio de 1840- Reino Unido El novelista al que la crítica de su tiempo empujó a la poesía. |
Una cita fallida
No apareciste,
y el tiempo prosiguió su curso. Triste,
no tanto por faltarme tu presencia
como por comprender que te faltaba
la compasión que por condescendencia
se impone a la apatía, me apenaba
que al dar la hora anhelada en que debiste
llegar no apareciste.
No me quisiste,
tan sólo en el amor la lealtad existe,
lo sabía y lo sé, nunca estuvo en mis manos
la tuya. Aunque tal vez hubiera sido hermoso
añadir a la suma de los actos humanos
otro en que tú, mujer, un día venturoso
viniste a dar consuelo a un hombre solo y triste;
aunque no me quisiste.
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