viernes, 18 de julio de 2014

La ficción especulativa en la ciencia-ficción: Brian Aldiss

18 de julio de 1925- Inglaterra

Brian Aldiss fue uno de los responsables de la llamada nueva ola que revolucionó la ciencia ficción y la convirtió en lo que luego se conocería como ficción especulativa... pero no estaba solo: era uno de los integrantes (para algunos el mejor) de la invasión británica que contaba entre sus filas a Moorcock, Ballard y Brunner. La principal plataforma de lanzamiento para esta revolución fue la revista New Worlds dirigida por Moorcock del 64 al 71.

Brian Wilson Aldiss nació en Norfolk, Inglaterra, en 1925. Su relación con la ciencia-ficción empezó temprano: Yo era absolutamente adicto al capitán Justice. [...] Desde la Torre Titánica, Justice resolvía los problemas del mundo angloamericano un cuento tras otro. [...] Así la ciencia-ficción entró en mi vida y empezó a distorsionarla, desde una edad temprana. (...) Pero fue LOS INVASORES EXTRAÑOS lo que me convenció que había descubierto algo importante

Sin embargo su vida no fue tan fácil ni tan feliz: a los ocho años fue enviado a un colegio de pupilo, y luego siguió en la escuela pública hasta los diecisiete años, cuando entró al ejército. “Miles de niños ingleses soportaban y aún soportan el sistema de escuela pública; la mayoría se la ingenia para sobrevivir. Pero en mi opinión es un sistema pernicioso, fatal en muchos aspectos de la vida y explica buena parte de la frialdad atribuida a los ingleses por los extranjeros. Pasaron muchos años antes que pudiera librarme de esa fría sombra de exilio”.

Aldiss participó de la Segunda Guerra Mundial, dejando el ejército a los 23 años “Cuando me fui del ejército no tenía mas ambición que escribir. El regreso a la vida civil en 1948 fue extremadamente desconcertante; no tenía ningún conocimiento de la sociedad, excepto las anticuadas reglas que había percibido brumosamente en la niñez [...] Conseguí un empleo en una librería de Oxford.

Su labor literaria se iniciaría en el periódico del gremio con una serie llamada The Brighfount Diaries, acerca de una librería ficticia y agradable. Un día recibí una carta de Charles Monteith, de Faber y Faber, diciendo que en Faber yo tenía mis fans y tal vez debería de pensar en dar forma de libro a esa serie [...] Así que concreté el libro, mi primera obra publicable, en noviembre de 1955

Su primer libro de ciencia ficción fue una serie de cuentos, publicados gracias a la fama recibida al ganar un concurso del que participaron casi todos los escritores ingleses del género. El cuento se llamaba NOT FOR AN AGE y el diario era The Observer. El año: 1955. El nombre del libro: TIEMPO, ESPACIO Y NATHANIEL. Publicar ese volumen en 1957 fue un acto de fe por parte de Faber. Yo solo había publicado trece cuentos, tuve que escribir apresuradamente el decimocuarto para redondear el número.

Su siguiente obra fue la novela NON-STOP (conocida también como LA NAVE ESTELAR), basada en el cuento de Robert Heinlen SENSE COMMON. Aldiss dijo que lo había fascinado el cuento pero me llamaba la atención la pobreza en la caracterización y la expresión... Mi novela se proponía ser una reacción, un antídoto

Gracias a estos dos libros Aldiss ganó prestigio y empezó a desarrollar su obra basada principalmente en el estilo y la configuración, el tono en el cual se cuenta la historia, obviando así la ciencia ficción dura. Sus consideraciones eran artísticas y no técnicas. En sus propias palabras: yo me impaciento cuando el tecnicismo empieza a dominar al arte.

Esta visión particular de la ciencia ficción, separada de su componente hard y acercada a lo humano, hallaría eco favorable en otro escritor de la época, a quien Aldiss consideraba su único par: Aun antes de la época de Moorcock, habia solo dos autores que yo podía leer con interés en la revista de Ted (editor de una revista inglesa de ciencia-ficción) Uno era yo [...] El otro era J. G. Ballard. Que nunca manchó su carrera escribiendo refritos norteamericanos.

La compra y posterior dirección de la revista New Worlds por Michael Moorcock iniciaría la etapa new wave, donde el acento estaba puesto en la experimentación y el ensanchamiento del género como una reacción contra la corriente pulp. Aldiss apoyaría fervientemente la iniciativa y se convertiría en uno de los autores más reconocidos de esta tendencia. Mike Moorcock al echar a puntapiés a la vieja guardia, aceptó la ciencia-ficción más tradicional, sensible a los problemas actuales

En esa época publicaría dos de los libros que lo vinculaban más estrechamente con la New Wave, tanto por la temática como por el modo de narrarla, sobretodo el modo. Generalmente se da por sentado que mi principal contribución a la era de Moorcock consiste en INFORME SOBRE PROBABILIDAD A y A CABEZA DESCALZA [...] En 1960 me convencía bastante el nouveau roman francés, [...], así desarrollé la situación central de INFORME, una situación saturada por un drama que nunca se resuelve. A CABEZA DESCALZA es mas ambiciosa. La forma esta determinada enteramente por el contenido. Si uno escribe sobre una Europa bombardeada con drogas, ¿cómo se transmite esa experiencia al lector? No tuve dudas, hay que zambullirlo en ese mundo lo más hondamente que se pueda. Y eso se logra mediante la herramienta más poderosa que uno tiene: el uso del lenguaje. Mediante el despliegue de una fraseología adecuada, uno le hace sentir en qué consiste pertenecer a una cultura totalmente liberada y desatada

En esos años publicaría además otras novelas:

INVERNÁCULO (serie): la rotación terrestre se ha detenido y los cambios climáticos consecuentes provocan una exuberante flora. Con esta obra ganaría un Hugo en 1962.

BARBAGRIS: un accidente provoca la esterilidad mundial llevando al mundo a su extinción.

LOS OSCUROS AÑOS LUZ: una sátira sobre el primer encuentro del hombre con seres físicamente repugnantes.

UNA ERA: estudio del viaje en el tiempo desde una perspectiva distinta.

A esto debe agregarse su copiosa producción de cuentos (en la cual destaca EL ÁRBOL DE SALIVA, premio Nébula 1965, mezcla de la ficción pulp tradicional con técnicas de la nueva ola, donde la clásica invasión extraterrestre es tratada con virtuosismo y humor y tiene al propio H. G. Wells como protagonista) y su único libro de viajes, CITIES AND STONES, sobre el viaje que realizó con su segunda esposa, Margaret, por Yugoslavia, en 1964. Un país maravilloso, una gran experiencia, tremenda al punto de quitarle a uno seis meses de vida. Nunca logramos organizar otra expedición similar.

Agotado por el esfuerzo de A CABEZA DESCALZA (y su escaso éxito), ALDISS empezó los 70 escribiendo dos novelas normales: MUCHACHO CRIADO A MANO y SOLDADO ERGUIDO, donde retrata muchas de sus experiencias tanto de estudiante como de soldado.

Volvería a la ciencia-ficción con homenajes a dos de sus autores preferidos: H. G. Wells en LA OTRA ISLA DEL DOCTOR MOREAU y a Mary Shelley con FRANKESTEIN DESENCADENADO.

Produciría también EL TAPIZ DE MALACIA, la historia de un mundo paralelo donde los hombres provienen de los dinosaurios y los cambios están prohibidos por ley; y dos series de cuentos: la de los enigmas, historias exploradas en tres niveles diferentes, y la de los planetas zodiacales, mundos artificiales que giran alrededor de la tierra y a donde van a parar los seres humanos mñas extravagantes.

Su preocupación por el género se vertería además en una revista de crítica de ciencia-ficción escrita en colaboración Harry Harrison de la cual saldrían solo dos números; sin embargo publicaría poco después BILLION YEARS SPREE donde reflexionaría sobre la historia de la ciencia-ficción, analizando sus aspectos más relevantes y a sus autores.

En los 80 se concentraría en un proyecto ambicioso: una trilogía basada en un mundo llamado Helliconia donde cada estación dura varios cientos de años. Siempre he preferido escribir en lo que considero una frontera. Hacer algo que no hacen los demás. Siempre me ha gustado reaccionar contra la ciencia-ficción dura. Es la ciencia-ficción que más disfruto, pero otros la hacen tal vez mejor que yo. Pero unos pocos años atrás descubrí que todos habían dejado de escribir ciencia-ficción dura. Lo que uno encontraba eran esas historias de dragones, y las imitaciones de Tolkien. Me preocupé de veras: pensé que se estaba deteriorando el cuerpo central del género, y entonces decidí escribir un libro que fuera ante todo de ciencia-ficción.

En 1982 aparecerá HELLICONIA SPRING, seguida por HELLICONIA SUMMER al año siguiente y HELLICONIA WINTER en 1985.

Posteriormente a la trilogía publicaría novelas (RUINS, REMEMBRANCE DAY SOMEWHERE EAST OF LIFE), colecciones de cuentos (SEASONS IN FLIGHT, MAN IN HIS TIME, A ROMANCE OF THE EQUATOR, BODILY FUNCTIONS), secuencias de sus novelas normales (A RUDE AWAKENING), revisiones de sus trabajos críticos (TRILLION YEAR SPREE) y una extensa autobiografía, THE TWINKLING OF AN EYE.

Considerado hoy uno de los más grandes escritores de ciencia-ficción, sigue produciendo a un ritmo menor que el acostumbrado, pero con la lucidez de quien supo dar respetabilidad a un género que entonces no la tenia, poniendo su acento en lo humano más que en lo técnico.

© Iván de la Torre

De: http://www.ciencia-ficcion.com





“El deporte tiene el poder de transformar el mundo. Tiene el poder de inspirar, de unir a la gente como pocas otras cosas… Tiene más capacidad que los gobiernos de derribar barreras raciales”- Nelson Mandela

Ningún tributo más genuino y oportuno para Nelson Mandela -uno de los hombres más auténticos de este mundo- que la emocionante y feliz perseverancia de Déborah Rodríguez, la joven atleta uruguaya que ha establecido un nuevo récord nacional en la prueba de 800 metros Damas en Mataró, España, el 15 de julio de este año.

Déborah se dedica al deporte desde los cuatro años y su progresiva superación es producto de su alto grado de responsabilidad, muy especialmente fomentada por una familia constructora de esos vínculos insustituibles que son el ejemplo y el amor. 
A pesar de tan laboriosa y extensa gestión, el Estado -que somos tod@s- continúa omiso en planificar regímenes de estudio que contemplen las situaciones específicas de nuestr@s deportistas. Tampoco les dota de un apoyo económico acorde con los esfuerzos que demanda su particular estilo de vida.

Gracias, Déborah, por tu Luz, y que esa luz pueda convertirse en tangible referencia para much@s jóvenes que ahora mismo son víctimas de las sombras (y por qué no también, para las Autoridades competentes).