jueves, 3 de octubre de 2013

“El lápiz que planté / alumbra la calle como un farol”.- Gerardo Diego



Autorretrato


Todo lo que llevo dentro
está ahí fuera.
Se ha hecho -fiel a sí mismo-
mi evidencia.
Mis pensamientos son montes,
mares, selvas,
bloques de sal cegadora,
flores lentas.
El sol realiza mis sueños,
me los crea
y el viento pintor, errante,
-luz, tormenta-
pule y barniza mis óleos,
mis poemas,
y el crepúsculo y la luna
los avientan.

Podéis tocar con las manos
mi conciencia.
Gozar podéis con los ojos
-negro y sepia-
los colores y las tintas
de mis penas.
Y eso que os roza el labio,
bruma o seda,
es mi amor -flores o pájaros
que revuelan-
mis amores, criaturas
libres, sueltas.

Todo lo que fuera duerme,
queda o pasa,
todo lo que huele o sabe,
toca o canta,
conmigo dentro se ha hecho
viva entraña,
víscera oscura y distinta,
sueño y alma.
Si pudierais traspasarme
os pasmarais.
Todo está aquí, aquí dormido.
Dibujada
llevo en mi sangre y mi cuerpo
cuerpo y sangre de mi patria.
Luces y luces de cielo,
cosas santas.
Todo lo que está aquí dentro
fuera estaba.
Todo lo que estaba ahí fuera
dentro calca.
El universo infinito
me enmaraña;
auscultadme, soy su cárcel
sin ventanas.

Escuchadme, dentro, fuera,
donde os plazca.
Mis más íntimos secretos
por el aire los pregonan
y los cantan.




La despedida


Aquel día  -estoy seguro-
me amaste con toda el alma.
Yo no sé por qué sería.
Tal vez porque me marchaba...

-Me vas a olvidar  -dijiste- .
Ay, tu ausencia será larga,
y ojos que no ven... Presente
Has de estar siempre en mi alma.

Ya lo verás cuando vuelva.
Te escribiré muchas cartas.
Adiós, adiós...  -Me entregaste
tu mano suave y rosada,

y, entre mis dedos, tu mano,
fría de emoción, temblaba.
...Sentí el roce de un anillo
como una promesa vaga...

Yo no me atreví a mirarte,
pero sin verte, notaba
que los ojos dulcemente
se te empañaban las lágrimas.

Me lo decía tu mano
en la mía abandonada,
y aquel estremecimiento
y aquel temblor de tu alma.

Ya nunca más me quisiste
como entonces, muda y pálida.
...Hacía apenas tres días
que eran novias nuestras almas.



Quisiera ser convexo...


Quisiera ser convexo
para tu mano cóncava.
Y como un tronco hueco
para acogerte en mi regazo
y darte sombra y sueño.
Suave y horizontal e interminable
para la huella alterna y presurosa
de tu pie izquierdo
y de tu pie derecho.
Ser de todas las formas
como agua siempre a gusto en cualquier vaso
siempre abrazándote por dentro.
Y también como vaso
para abrazar por fuera al mismo tiempo.
Como el agua hecha vaso
tu confín - dentro y fuera - siempre exacto.




Una a una desmonté las piezas de tu alma...


Una a una desmonté las piezas de tu alma.
Vi cómo era por dentro:
sus suaves coyunturas,
la resistencia esbelta de sus trazos.
Te aprendí palmo a palmo.
Pero perdí el secreto
de componerte.
Sé de tu alma menos que tú misma,
y el juguete difícil
es ya insoluble enigma.


NO VERTE


Un día y otro día y otro día.
    No verte.

Poderte ver, saber que andas tan cerca,
que es probable el milagro de la suerte.
    No verte.

Y el corazón y el cálculo y la brújula,
fracasando los tres. No hay quien te acierte.
    No verte.

Miércoles, jueves, viernes, no encontrarte,
no respirar, no ser, no merecerte.
    No verte.

Desesperadamente amar, amarte
y volver a nacer para quererte.
    No verte.

Sí, nacer cada día. Todo es nuevo.
Nueva eres tú, mi vida, tú, mi muerte.
    No verte.

Andar a tientas (y era mediodía)
con temor infinito de romperte.
    No verte.

Oír tu voz, oler tu aroma, sueños,
ay, espejismos que el desierto invierte.
    No verte.

Pensar que tú me huyes, me deseas,
querrías encontrarte en mí, perderte.
    No verte.

Dos barcos en la mar, ciegas las velas.
¿Se besarán mañana sus estelas?
   

Gerardo Diego
3 de setiembre de 1896 - Santander

“Carilargo, de rasgos acusados, inexpresivo, calla mucho. Hay ratos en que no se le puede sacar una palabra del cuerpo. Pero de pronto se le sube la sangre a la cara, dos brasas a los ojos, y se arranca furioso, cuesta abajo por una tirada de indignación. Es un fanático de la causa. La causa es siempre la poesía. La muy antigua o la muy moderna, la de Soto de Rojas o la de Huidobro, la de Lope o la de Juan Larrea.” -  Pedro Salinas





"Mi fe en la Poesía sigue siendo fundamental en mi vida. Fe quiere decir que la Poesía existe y que el hombre no podría vivir sin ella. Nada más humano, nada más generoso como ofrenda de un hombre a los demás hombres, y tanto más generoso si no se lo hacen agradecer subrayándoselo en su contexto mismo.Y gracias a todos . A cuantos han seguido mi modesta obra con fidelidad de amigos suyos y míos. A cuantos me han ayudado con el ejemplo de su trabajo poético - contemporáneos, clásicos - contagiándome de fiebre creadora y de ilusión en la posibilidad y la eficacia de la palabra  poética. A los que han escrito sobre mis versos con elogios que me abruman. Y hasta a aquellos que me han imitado, a veces hasta el plagio, yo creo que inocente. Y más que a todos ellos, a los que espontáneamente  han venido a mi por carta o en persona y me han confesado el consuelo o el descubrimiento de sí mismos que mi poesía les procuró, Por esas solas queridísimas relaciones de alma a alma, bien vale la pena de haber trabajado tantos miles de horas. No hay penas de amor perdidas, todas las penas de amor son ganadas" (Del Prólogo a la  Segunda Antología de Sus Versos, 1941-1967. Espasa Calpe).          

No escribiré ya más un verso/ en que no haya embarcado toda el alma/ aunque no lo parezca/ aunque se le antoje frívolo/ al que no sabe la misión del fuego/ y su escondido origen/ Creedme todos   Una rama/ delgada y quebradiza/ es el bosque total/ la madera y la hoja y la flor absoluta/ Y hay que estar siempre cayendo/ siempre creando/ para hacerse creer revivir perdonar/ en la insolución del misterio/ El color que se evade de la pared funesta/ la lágrima que ya se asomaba y que se vuelve ceniza/ el surco liso y sesgo del errante pajarillo/ el beso de la llama a su hijo el humo/ y el reflejo del deseo/ en la columna giratoria del acorde/ me están diciendo en lenguas inmortales/ que mi grumete verso trepa/ y va a zarpar sobre la mar el barco. Para saber más.  Poesía española (Antologías), Cátedra, Madrid (2007).


De: www.faspe.org