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20 de enero de 1932- Cuba |
En tiempos difíciles
A aquel hombre le pidieron su tiempo
para que lo juntara al tiempo de la Historia.
Le pidieron las manos,
porque para una época difícil
nada hay mejor que un par de buenas manos.
Le pidieron los ojos
que alguna vez tuvieron lágrimas
para que contemplara el lado claro
(especialmente el lado claro de la vida)
porque para el horror basta un ojo de asombro.
Le pidieron sus labios
resecos y cuarteados para afirmar,
para erigir, con cada afirmación, un sueño
(el-alto-sueño);
le pidieron las piernas,
duras y nudosas,
(sus viejas piernas andariegas)
porque en tiempos difíciles
¿algo hay mejor que un par de piernas
para la construcción o la trinchera?
Le pidieron el bosque que lo nutrió de niño,
con su árbol obediente.
Le pidieron el pecho, el corazón, los hombros.
Le dijeron
que eso era estrictamente necesario.
Le explicaron después
que toda esta donación resultaría inútil
sin entregar la lengua,
porque en tiempos difíciles
nada es tan útil para atajar el odio o la mentira.
Y finalmente le rogaron
que, por favor, echase a andar,
porque en tiempos difíciles esta es, sin duda, la prueba
decisiva.
De "Fuera del juego" 1968
La voz
No es la guitarra lo que alegra
0 ahuyenta el
miedo en la medianoche
No es su bordón redondo y manso
como el ojo de un buey
No es la mano que roza o se aferra a las cuerdas
buscando los sonidos
sino la voz humana cuando canta
y propaga los ensueños del hombre.
De "El hombre junto al mar" 1981
Poética
Di la verdad.
Di, al menos, tu verdad.
Y después
deja que cualquier cosa ocurra:
que te rompan la página querida,
que te tumben a pedradas la puerta,
que la gente
se amontone delante de tu cuerpo
como si fueras
un prodigio o un muerto.
De "Fuera del juego" 1968
De: Amediavoz.com
En 1971 Heberto Padilla, poeta cubano, es detenido acusado
de actividades contrarrevolucionarias. Esto originó que intelectuales del todo
el mundo se dirigieran a Fidel Castro en una carta, buscando alguna explicación
a tal hecho.
“Quisiéramos que la Revolución Cubana volviera a ser lo que
en un momento nos hizo considerarla un modelo dentro del socialismo”. Entre los
firmantes estaban Simone de Beauvoir, Ítalo Calvino, Marguerite Duras, Magnus
Enzensberger, Carlos Fuentes, Juan Goytisolo, Juan Marsé, Plinio Apuleyo
Mendoza, Carlos Monsiváis, Alberto Moravia, José Emilio Pacheco, Pier Paolo
Pasolini, Alain Resnais, Juan Rulfo, Jean Paul Sartre, Susan Sontag y Mario
Vargas Llosa.
La polémica se extendió hasta tal grado que hubo una segunda
carta que firmaron en ese entonces 62 intelectuales y que significaba la
ruptura con el régimen cubano. Julio Cortázar no firmó esa segunda carta. Las
razones las expuso en un poema muy extenso que tituló: “Policrítica en la hora
de los chacales” que fue publicado en la revista de la Casa de las Américas,
que dirigía Haydée Santamaría, en mayo de 1971.
Y así es, compañeros, si me oyen en La Habana, en cualquier
parte,
hay cosas que no trago,
hay cosas que no puedo tragar en una marcha hacia la luz,
nadie llega a la luz si saca a relucir los podridos
fantasmas del pasado,
si los perjuicios, los tabúes del macho y de la hembra
siguen en sus maletas,
y si un vocabulario de casuistas cuando no de energúmenos
arma la burocracia del idioma y los cerebros, condiciona a
los pueblos
que Marx y que Lenin soñaron libres por dentro y por fuera,
en carne y en conciencia y en amor,
en alegría y trabajo.
Por eso, compañeros, sé que puedo decirles
Lo que creo y no creo, lo que acepto y no acepto,
Esta mi policrítica, mi herramienta de luz.
De:
http://historiasfalenciasyunaparentecronopio.blogspot.com
www.lavoz.com.ar