martes, 6 de mayo de 2014

"Elegí cantar a las cosas pequeñas"- Harry Martinson

6 de mayo de 1904 - Suecia
Integrante de ·Escritores proletarios suecos".
Premio Nobel en 1974

BARCOS FANTASMAS (1929)


Barcos fantasmas somos, silenciosos, rumbo
a las salidas del sol y los amaneceres.
Barcos sin hogar somos, eternamente errantes.
Navegamos en tempestades septentrionales
y en tibios oleajes meridionales, silentes.
Barcos sin hogar somos, eternamente errantes.
Y constantemente aparecen en nuestro viaje
como fantasmas los mismos sueños salvajes
y las mismas canciones suenan una y otra vez.
Y olvidadas tempestades se despiertan
danza de la muerte sobre las corrientes
y dulce y conciliador canturrea el mismo oleaje.
Mira: mil barcos han perdido el rumbo
y a la deriva navegan entre nieblas
y mil hombres se han ido a pique
rezando a las estrellas.
Y vemos el mismo destino todavía
camino a los rayos de un alba bella.
Y los mismos sueños llenan todavía
los cansados cerebros.
En oscuros espacios brilla sin embargo
Orión igual de centelleante
sobre hombres cansados,
que han dejado de mirar a las visiones matinales.
Nosotros, los demás, soñamos aún esta noche
con la luz del alba, que deslumbrante
se elevará sobre pecios en dunas fantasmales.



ALBATROS (1929)

Como mensajero del hambre y del amor
saliste
del estrecho de las boyas de campana.
Con célere y rumoroso aleteo
atravesaste nadando el monzón.
Todo para gritar tu tempestuosa hambre
ante el acantilado pajarero de Comia
—que surge manchado de apareamientos
oteando desde las nieblas al oeste de Falkland—
Y para encontrar
a una vieja ave amada de Kamchatka.
Después de días de espera llegó
tempestuosa, lluviosa
saliendo de un viento aullante del este.
Y vosotras, aves de tormenta:
una vez muerto el júbilo del apareamiento
os zambullisteis tristes gritando hambrientas
de nuevo en las nieblas que envuelven el mundo.
Albatros y aves de fragatas,
hijos extraviados de las tempestades de Dios.



GAVIOTA MUERTA (1929)


Nunca más atravesará
mi hambriento pico
la calma de la niebla.
Nunca más me meceré ansiosa de grasa de foca
en la ola que juega con la luz del sol;
ya no me deleitaré
—en la escarpada escollera—
con el hígado del gran bacalao —
nunca, —oh, nunca.
Pero en la niebla vive mi grito extraviado.
Tú lo has oído, pescador,
y el sonido de una boya ondulante,
el solapado oleaje
te extravió en el mar.
Nunca más chirriarán ansiosos tus escálamos allí fuera.
—Silenciosa es la noche—
¡Vive, oh, grito mío solitario!


EL VIENTO MARINO (1934)


Sobre océanos infinitos avanza el viento marino
estiende sus alas por la noche y el día,
asciende y desciende
sobre el ondulante pavimento solitario de los mares eternos.
Se avecina la aurora
o se avecina la noche
y el viento marino siente en su rostro -el viento terral.
Las boyas de campana entonan canciones matutinas y vespertinas,
el huno de un barco carbonero
o el humo de un barco carbonero
o el humo de la hoguera de la pez fenicia se desvanece por el horizonte,
una medusa solitaria se mece intemporalmente con sus resplandecientes raicillas azules.
Se avecina la noche o la aurora.



DORA (1945)

Bajo el sombrero de paja cuyo entramado filtraba el sol sobre su frente.
miraban,  taladrando ingenuamente, unos ojos oscuros como la zarzamora.
Querías defender en silencio la oscura lluvia de pecas de tu rostro.
Pero a veces no pensabas en ello y te reías.


EN JUNIO (1945)

Las últimas estrellas de la primavera se asoman, pero sin nitidez.
Son pequeñas, pálidas como la luna y no tienen vigor.
Cansadas de refulgir durante el invierno
descansan en las luminosas noches del verano.



LA SIERVA  (1953)


Ella arrojó lejos su azada
y avanzó hacia él diciendo:
no derroches demasiados años en la piedra inconmovible de tu obstinación.
Demórate alguna vez con mi corazón en el rocío y escucha al zorzal y al cuchillo.
Pronto nos encontrará el sol del crepúsculo lo suficientemente viejos
para que lo sigamos para siempre cuando se acuesta detrás de las colinas.


De: http://centaurocabalgante.blogspot.com






Lo incansable


Pronto se cansa el hombre, la vida no se cansa.
Pronto se cansa el ojo, la luz no se cansa.
Con infinita desesperanza para ti personalmente
se arrastrará libre por la espesura la cabrilleante serpiente
en la eternidad de las eternidades, y el lagarto de luz
trepará por el tronco y verá los caminos de la luna,
que yacen palpitantes en todos los mares.

Un día cuando todas las cortinas se conviertan en noche ciega
y la muerte corte abruptamente todos nuestros conflictos sobre la forma
el sol besará miles de millones de hojas
pero jamás nos buscará a nosotros en la espesura.

Quizás encuentre caballos de río,
los pesados hipopótamos, los inmensos devoradores de nenúfares,
y murciélagos durmiendo cabeza abajo
en las guaridas embriagadas del eco de los cambios.
Pero jamás ha obtenido nadie una respuesta,
una corriente sin respuesta fluye, resplandece, arde.
Una corriente sin respuesta fluye, resplandece, arde.

Ejercítate por tanto en el arte de soñar lo bueno
tan totalmente que tú puedas ser lo bueno plenamente,
y practica el gran arte del consuelo
que reúne de nuevo el coraje de tu corazón.

Tiéndete a través de la duda la mano a ti mismo
y proporciona con ella a la tierra de tu nostalgia interior
una simiente de significado para los años de tu futuro.

Y modélate en días soportables
un arte propio del pensamiento que lleve tu grito
hacia días todavía más soportables
y tierras todavía más soportables.


"Entre luz y oscuridad" (Antología), ed. Nórdica Libros, 2009, pp. 127-128. Traducción de Francisco J. Uriz).


De: http://electricidadconictericia.blogspot.com