jueves, 2 de febrero de 2017

En Febrero, Inscripciones para el Ciclo 2017 en Ceforhum Perras Negras.











Interesantes beneficios para quienes se inscriban este mes:










"La vida es un arder y el que no arde no vive"- José Luis Sampedro

1o. de febrero de 1917- Barcelona
Escritor, economista, catedrático, político.

Por eso el viejo abre los ojos mucho antes que otras madrugadas. Siempre supo despertar a la hora deseada: en la guerra como en las cacerías, en el contrabando como para el amor.
Las campanas del Duomo le confirman que son las tres. La última nevada despejó la atmósfera y se oyen mejor. El viejo mira por la ventana: la opuesta pared del patio es de plata lunar.
«Mala claridad para una emboscada de aquéllas, pero buena para esta guerra... ¡Qué pronto comprendiste que soy tu compañero, niño mío!»
Se calza lentamente los gruesos calcetines y coge su manta. No hace frío en el piso calentado, pero sin ella se sentiría vulnerable. Siempre le acompañó en los grandes empeños y éste es otro: salvar al niño de la soledad.
Avanza por el pasillo con felina pisada y se detiene ante la entrecerrada puerta de la alcobita. Por la rendija escapa la luz rojiza de la mariposa eléctrica puesta en el enchufe.
Con la mano en el pestillo se pregunta si chirriarán las bisagras: al girar silenciosas ellas le demuestran unirse al pacto. El viejo entra y cierra en silencio.
La ventana es toda luna; el suelo un lago plateado; la cuna y su sombra una isla de roca. En la almohada hecha espejo se refleja serena la copia de la luna, esa carita dormida y tibia cuyo aliento acaricia la vieja faz que se ha inclinado a olerla, a sentirla, a calentar junto a ella los viejos pómulos.
«¿Lo ves? -susurra el viejo-. Aquí tienes a Bruno. Se acabó el avanzar solo y perdido. ¡Avante, compañero, conozco los terrenos!»
Desde la cuna, el niño llena la noche con su aliento y con el palpitar de su corazoncito; en el suelo, espalda contra la pared, el viejo se abre a esa presencia como un árbol a las primeras lluvias: con ellas germina su larga memoria de hombre, se despliega su pasado como una semilla vertiginosa y una fronda de recuerdos y vivencias extiende un invisible dosel protector sobre la cuna.
Los minutos, como toc-toc de lanzadera, entretejen al viejo con el niño en el telar de la vida. El recinto es un planeta de luna y sombra para ellos solos: el niño lo acotó en el baño, con sus deditos ungidos, igual que los jabalíes delimitan sus territorios -el viejo les ha visto hacerlo en primavera- sembrando efluvios genesíacos en piedras o jarales.
¿Qué ocurre, qué se forja, qué cristaliza en esos minutos? El viejo ni lo sabe ni lo piensa, pero lo vive en sus entrañas. Oye las dos respiraciones, la vieja y la nueva: confluyen como ríos, se entrelazan como serpientes enamoradas, susurran como en la brisa dos hojas hermanas. Así lo sintió días atrás, pero ahora un ritual instintivo lo hace sagrado. Acaricia sus amuletos entre el vello de su pecho y recuerda, para explicarse su emoción, el olmo ya seco de la ermita: debe su único verdor a la hiedra que le abraza, pero ella a su vez sólo gracias al viejo tronco logra crecer hacia el sol.
La madera y el verdor, la raíz y la sangre, el viejo y el niño avanzan compañeros, como sobre un camino, por ese tiempo que les está uniendo. Ambos hombro con hombro, en extremos opuestos de la vida, mientras la luna se mueve acariciándoles, entre el remoto girar de las estrellas.

De: La sonrisa etrusca












martes, 31 de enero de 2017

¿Quién talló tu conciencia, Concepción Arenal?

Escritora y activista por los derechos de las mujeres, de los obreros,
de las personas negras, de los privados de libertad. 

Todo poder cae a impulsos del mal que ha hecho. Cada falta que ha cometido se convierte, tarde o temprano, en un ariete que contribuye a derribarlo.

La injusticia, siempre mala, es horrible ejercida contra un desdichado.

No es tan culpable el que desconoce un deber como el que lo acepta y lo pisa.


El amor es para el niño como el sol para las flores; no le basta pan: necesita caricias para ser bueno y ser fuerte.

¿Los pobres serían lo que son, si nosotros fuéramos lo que debiéramos ser?

La educación de las mujeres hasta aquí podría llamarse, sin mucha violencia: Arte de perder el tiempo.


Proteger el trabajo es proteger la virtud, consolar dolores, arrancar víctimas al crimen y a la muerte.

La ley económica es inflexible y despide al obrero.



“Desde chiquito era muy curioso, y me preguntaba quién era Concepción Arenal, que daba el nombre a una calle muy importante de Montevideo, y descubrí que era una mujer admirable, gallega, que a mediados del siglo XIX asistió a la Facultad de Derecho disfrazada de hombre, porque estaba prohibido para mujeres, así como a las tertulias nocturnas de Madrid. Realizó una carrera brillantísima como criminóloga, pero siempre como una intrusa en el mundo de los machos, tanto que cuando la asociación más prestigiosa de criminología del mundo la nombra delegada de honor en España, el certificado no es a nombre de 'miss' o 'mrs' Concepción Arenal, sino a nombre de 'sir' Concepción Arenal. Creo que estas cosas es bueno saber que ocurrieron para entender que el ascenso de los derechos femeninos al primer plano del mundo de hoy viene de un largo camino anterior, que fue difícil”.

Eduardo Galeano
De: Entrevista “''Mi manera de mirar el universo es por el ojo de la cerradura''


En: http://elprogreso.galiciae.com/


lunes, 30 de enero de 2017

“¡Ay, como decía Rilke, lo malo es que las palabras significan!” - Claudio Rodríguez


Ajeno

Largo se le hace el día a quien no ama
y él lo sabe. Y él oye ese tañido
corto y curo del cuerpo, su cascada
canción, siempre sonando a lejanía.
Cierra su puerta y queda bien cerrada;
sale y, por un momento, sus rodillas
se le van hacia el suelo. Pero el alba,
con peligrosa generosidad,
le refresca y le yergue. Está muy clara
su calle, y la pasea con pie oscuro,
y cojea en seguida porque anda
sólo con su fatiga. Y dice aire:
palabras muertas con su boca viva.
Prisionero por no querer, abraza
su propia soledad. Y está seguro,
más seguro que nadie porque nada
poseerá; y él bien sabe que nunca
vivirá aquí, en la tierra. A quien no ama,
¿cómo podemos conocer o cómo
perdonar? Día largo y aún más larga
la noche. Mentirá al sacar la llave.
Entrará. Y nunca habitará su casa.



Gestos


Una mirada, un gesto,
cambiarán nuestra raza. Cuando actúa mi mano,
tan sin entendimiento y sin gobierno,
pero con errabunda resonancia,
y sondea, buscando
calor y compañía en este espacio
en donde tantas otras
han vibrado, ¿qué quiere
decir? Cuántos y cuántos gestos como
un sueño mañanero,
pasaron. Como esa
casera mueca de las figurillas
de la baraja: aunque
dejando herida o beso, sólo azar entrañable.

Más luminoso aún que la palabra,
nuestro ademán, como ella
roído por el tiempo, viejo como la orilla
del río, ¿qué
significa?
¿Por qué desplaza el mismo aire el gesto
de la entrega o del robo,
el que cierra una puerta o el que la abre,
el que da luz o apaga?
¿Por qué es el mismo el giro del brazo cuando siembra
que cuando siega,
el de amor que el de asesinato?

Nosotros, tan gesteros pero tan poco alegres,
raza que sólo supo
tejer banderas, raza de desfiles,
de fantasías y de dinastías,
hagamos otras señas.
No he de leer en cada palma, en cada
movimiento, como antes. No puedo ahora frenar
la rotación inmensa del abrazo
para medir su órbita
y recorrer su emocionada curva.

No, no son tiempos
de mirar con nostalgia
esa estela infinita del paso de los hombres.
Hay mucho que olvidar
y más aún que esperar. Tan silencioso
como el vuelo del búho, un gesto claro,
de sencillo bautizo,
dirá, en un aire nuevo,
su nueva significación, su nuevo
uso. Yo solo, si es posible,
pido, cuando me llegue la hora mala,
la hora de echar de menos tantos gestos queridos,
tener fuerza, encontrarlos
como quien halla un fósil
(acaso una quijada aún con el beso trémulo)
de una raza extinguida.

Claudio Rodríguez

De: amediavoz.com




Hay unas palabras de Luis Rosales sobre Claudio Rodríguez que vienen muy al caso. El propio Claudio Rodríguez dice desconocerlas, así que se las leo. Se trata de una entrevista de 1965 en la que pedían a Rosales su opinión sobre los jóvenes poetas españoles, mencionando como orientación los nombres de José Agustín Goytisolo, Ángel González y Claudio Rodríguez (1). Rosales respondió: "De los que usted me ha nombrado, Claudio Rodríguez". El entrevistador quiso saber por qué. Rosales explicó: "Por lo mismo de siempre. Para mí, una poesía se diferencia de otra por la radicalidad de su toma de contacto con la vida. [...] Creo que la poesía consiste, en definitiva, en una nueva revelación de la vida, de nuestra propia vida. Lo más importante para cualificar una poesía es la hondura de su arranque en relación con esta finalidad: saber de dónde arranca la voz poética, de qué zona del ser arranca y hacia qué zonas se dirige. -
Claudio Rodríguez interrumpe en este punto la lectura: "Sí señor, sí, estoy de acuerdo"-. Que no sean nunca ni el arranque ni la finalidad adjetivos, y que contribuyan de alguna manera a alumbrar un nuevo conocimiento de esta relación, siempre nueva, que tiene el hombre con su vida. En este aspecto, creo que la poesía de Claudio Rodríguez tiene un arranque hondo y profundo".
El poeta ha quedado visiblemente impresionado.
R-Pues no lo sabía. No conocía esa entrevista, me has dejado... sorprendido, la verdad. Me alegra que me la hayas leído.

De: https://pendientedemigracion.ucm.es/info/especulo/numero12/claudior.html



por haber aceptado mi invitación.

sábado, 28 de enero de 2017

“Las verdades incómodas tienen que recorrer un difícil camino". -Primo Levi








Y por los romaníes,

por los Testigos de Jehová y practicantes de otras religiones,

por los homosexuales,

por las mujeres obligadas a ejercer la prostitución
en los burdeles de los campos,


por las personas con capacidades diferentes...



"Yo creo que los doce años hitlerianos han compartido su violencia con muchos otros espacio - tiempos de la historia, pero que se han caracterizado por una generalizada violencia inútil, que ha sido un fin en sí misma, que ha estado dirigida exclusivamente a causar dolor"…¿hemos asistido al desarrollo racional de un asunto inhumano o a una manifestación, hasta ahora la única en la historia y aún mal explicada, de locura colectiva?

Como suele suceder con las cosas humanas, las dos alternativas coexistían.

Era una constante la desnudez absoluta de los vagones: las autoridades alemanas, para un viaje que podía durar dos semanas (el caso de los judíos deportados de Salónica) no proporcionaban literalmente nada: ni víveres, ni agua, ni esteras o paja para colocar sobre el suelo de madera, ni recipientes para las necesidades corporales, y ni siquiera se preocupaban de advertir a las autoridades locales o a los dirigentes"… " Un aviso no les habría costado nada: pero precisamente esa negligencia sistemática se resolvía con una crueldad inútil, con una deliberada creación de dolor que era un fin en sí misma.

Para todos, pero para éstos especialmente, evacuar en público era angustioso e imposible, un trauma para el que nuestra civilización no nos prepara, una herida profunda en la dignidad humana, un atentado obsceno y lleno de malos presagios, pero también la señal de una perversidad deliberada y gratuita"… "Después de dos días de viaje, encontramos unos clavos metidos en una de las paredes de madera, trasladamos dos a una esquina y con una cuerda y una manta improvisamos un retrete, al menos simbólico: todavía no somos animales, no lo seremos mientras tratemos de resistir"… Las SS de la escolta no ocultaban su diversión al ver a los hombres y a las mujeres ponerse en cuclillas en donde podían, en los andenes, en mitad de las vías; y los viajeros alemanes expresaban abiertamente su disgusto: gente como ésta mereces el destino que tiene, basta ver cómo se comportan. No son Menschen, seres humanos, sino animales, cerdos; está claro como la luz del sol.

Se arraigaba (¡aunque no para todos!) la costumbre, lo cual es una manera caritativa de decir que la transformación de los seres humanos en animales iba por buen camino…

No creo que esta transformación hubiese sido planificada nunca ni formulada claramente en ningún nivel de la jerarquía fascista, en ningún documento, en ninguna. Era la consecuencia lógica del sistema: un régimen inhumano difunde y extiende su inhumanidad en todas las direcciones, y especialmente hacia abajo, a menos que haya resistencias o temperamentos excepcionales, corrompe tanto a las víctimas como a sus victimarios” …

Primo Levi

De:  LOS HUNDIDOS Y LOS SALVADOS


Tal como declara Primo Levi  cuando dice:
"Yo creo que los doce años hitlerianos han compartido
su violencia con muchos otros espacio - tiempos de la historia",
el día de hoy debería consagrarse también a la reflexión
sobre los innumerables genocidios
a los que el régimen nazi abrió la puerta del horror:





























                    

LOS SOBREVIVIENTES DEL GENOCIDIO HITLERIANO CLAMAN CONTRA EL GOBIERNO SIONISTA

La misiva publicada en la página web de la Red Internacional Judía de Antisionismo, organización que considera el sionismo como un movimiento racista, ha sido firmada por sobrevivientes del holocausto y sus descendientes: 225 personas en total, de 20 países del mundo.

No sólo exhorta a levantar el bloqueo de la Franja de Gaza, sino también condena a EE.UU. y a los Estados occidentales en general por cerrar los ojos a la deplorable situación humanitaria en los territorios palestinos.

“Condenamos la masacre de los palestinos en Gaza y la actual ocupación y la colonización de la Palestina histórica. Condenamos además a EE.UU. por proveer a Israel la financiación para llevar a cabo el ataque, y a los Estados occidentales en general por usar su fuerza diplomática para proteger a Israel de las sanciones. El genocidio empieza con el silencio del mundo”, reza la carta.

Los autores del documento acentúan, además, que les preocupa la extrema deshumanización racista de los palestinos en la sociedad israelí.
“En Israel, los políticos y comentaristas en ‘The Times of Israel’ y ‘The Jerusalem Post’ han llamado abiertamente al genocidio de los palestinos y los israelíes de extrema derecha están adoptando la insignia neonazi”, sostiene la misiva.

Según datos de la ONU, el conflicto de Gaza ha costado —desde el 8 de julio hasta la fecha— la vida a más de 2000 palestinos y ha dejado un saldo de miles de heridos.
Unas 16.800 viviendas en la Franja de Gaza han sido destruidas. En la parte israelí el saldo de víctimas mortales asciende a 64 soldados y dos civiles.

Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/137511-sobrevivientes-holocausto-genocidio-gaza

De: https://tenacarlos.wordpress.com


viernes, 27 de enero de 2017

Hoy te invito a leer...



El esclavo


Ser el esclavo que perdió su cuerpo
para que lo habiten las palabras.
Llevar por huesos flautas inocentes
que alguien toca de lejos
o tal vez nadie. (Sólo es real el soplo
y la ansiedad por descifrarlo.)

Ser el esclavo cuando todos duermen
y lo hostiga el claror incisivo
de su hermana, la lámpara.
Siempre en terror de estar en vela
frente a los astros
sin que pueda mentir cuando despierten,
aunque diluvie el mundo
y la noche ensombrezca la página.

Ser el esclavo, el paria, el alquimista
de malditos metales
y trasmutar su tedio en ágatas.
en oro el barro humano.
para que no lo arrojen a los perros
al entregar el parte.

Eugenio Montejo



Lo nuestro


Tuyo es el tiempo cuando tu cuerpo pasa
con el temblor del mundo,
el tiempo, no tu cuerpo.
Tu cuerpo estaba aquí, tendido al sol, soñando;
se despertó contigo una mañana
cuando quiso la tierra.

Tuyo es el tacto de las manos, no las manos;
la luz llenándote los ojos, no los ojos;
acaso un árbol, un pájaro que mires,
lo demás es ajeno.
Cuanto la tierra presta aquí se queda,
es de la tierra.

Sólo trajimos el tiempo de estar vivos
entre el relámpago y el viento;
el tiempo en que tu cuerpo gira con el mundo,
el hoy, el grito delante del milagro;
la llama que arde con la vela, no la vela,
la nada de donde todo se suspende
–eso es lo nuestro.


Eugenio Montejo

De: http://amediavoz.com