13 de junio de 1865- Irlanda Poeta, dramaturgo, político. |
William Butler Yeats
1865-1939
Explicar
quién fue William Butler Yeats es una tarea sencilla; no importa que haya sido
senador, o premio Nobel, o fundador del Abbey Theatre, o miembro de la
siniestra Orden hermética del Alba Dorada, ya que estos logros e inclinaciones
son más una muestra de sus pequeñas victorias que un fiel reflejo de su
esencia: W.B. Yeats fue, fundamentalmente, irlandés, poeta, y un enamorado
desdichado.
Fue
irlandés porque vivía y respiraba una Irlanda libre, y especialmente porque integró
una parte crucial del renacimiento cultural de su patria. Fue poeta porque para
ello estaba destinado; incluso llegó a experimentar con alucinaciones y
visiones, con la esperanza de alcanzar una sensibilidad poética más profunda.
Fue un amante desdichado porque persiguió un vano anhelo durante toda su vida:
las caricias de la revolucionaria, feminista, e indiferente Maud Gonne.
Claro
que estos matices no siempre se definen con claridad. La vida suele agregar una
infinidad de detalles circunstanciales, que luego serán distorsionados por los
bienintencionados biógrafos; quienes por lo general encuentran una explicación
para todo en los detalles más abstrusos de la vida de sus víctimas.
Nosotros,
que poco tenemos de biógrafos, y mucho menos de bienintencionados, sólo daremos
cuenta de una recomendación para quienes quieran iniciarse en la lectura de
William Butler Yeats: el buen gusto.
De:
elespejogótico.blogspot.com
La flecha
Pensé en tu
belleza, y esta flecha,
hecha de
pensamientos insensatos, está en mi médula.
Ningún hombre puede
contemplarla, ninguno,
recién llegada a su
condición de mujer,
alta y noble, pero
con rostro y pecho
del color delicado
de la flor del manzano.
Es más amable esta
belleza, mas por una razón
podría llorar yo
porque lo viejo ha pasado.
Versión de Enrique Caracciolo Trejo
¿Quién soñó que la belleza pasa como un
sueño?
¿Quién soñó que la
belleza pasa como un sueño?
Por estos labios
rojos, con todo su triste orgullo,
tan tristes ya, que
ninguna maravilla pueden presagiar,
Troya se nos fue
con destello fúnebre y violento
y murieron los
hijos de Usna.
Desfilamos, y
desfila con nosotros el mundo atareado
entre las almas de
los hombres, que se despiden y ceden su puesto
como las pálidas
aguas en su glacial carrera;
bajo estrellas que
pasan, espuma de los cielos,
sigue viviendo este
rostro solitario.
Inclinaos,
arcángeles, en vuestra sombría morada:
Antes de que
existierais y antes de que ningún corazón latiera,
rendida y amable
permanecía junto a su trono;
la belleza hizo que
el mundo fuera una senda de hierba
para que Ella
posara sus pies errantes.
Versión de Hernando Valencia Goelkel
Un aviador irlandés prevé su muerte
Sé que en algún
lugar entre las nubes
he de hallar mi
destino;
no odio a quienes
son mis enemigos,
no amo a quienes
debo defender;
mi país es
Kiltartan Cross,
mis paisanos los
pobres de Kiltartan,
ningún posible fin
ha de quitarles nada
o hacerles más
felices de lo que eran.
Ni leyes ni deberes
me ordenaron luchar,
ni estadistas ni
masas entusiastas,
un solitario
impulso de deleite
me empujó a este
tumulto entre las nubes;
todo lo sopesé, de
todo hice memoria,
los años por venir
me parecieron
vano aliento,
vano aliento los
años transcurridos
en igualdad con
esta vida y esta muerte.
Versión de Jordi Doce
Una joven y vieja mujer
¿Cuál fue el alegre
muchacho que más me agradó
De todos cuantos
yacieron conmigo?
Respondo que mi
alma entregué
Y en el dolor amé,
Mas gran placer me
dio un muchacho
Al que físicamente
amé.
Libre del cerco de
sus brazos
Reía al pensar que
era tal su pasión
Que él imaginaba
que yo entregaba el alma
Cuando sólo existía
el contacto de dos cuerpos,
Y reía sobre su
pecho al pensar
Que era la misma
entrega que hay entre las bestias.
Di lo que otras
dieron
Después de quitarse
la ropa,
Mas cuando este
alma del cuerpo se despoje
Y desnuda vaya a lo
desnudo
Aquel a quien halló
encontrará allí dentro
Lo que ningún otro
conoce.
Y dará lo suyo y
tomará lo suyo
Y regirá por
derecho propio;
Y aunque amó en el
dolor
Tanto se aferra y
se cierra,
Que ningún ave
diurna
Osaría extinguir
tal deleite.
De: poesia@amediavoz.com
Maud Gonne
0/12/1865 – 27/04/1953
Llamada
“la Juana de Arco irlandesa”, una mujer que no sólo se negó a resignarse al
papel que la sociedad de su época le imponía, sino que se introdujo en el duro
mundo de la política para dejar su impronta en la historia de Irlanda.
Gonne
nació en Aldershot, Inglaterra. Hija de un coronel del ejército británico
descendiente de irlandeses adinerados y de madre inglesa. Al morir su madre en
1871, Maud fue a estudiar a París y regresó a Dublín en 1882 con su padre,
quien murió en 1886, dejando a Maud en buena situación económica. Al regresar a
Francia para reponerse de una hemorragia tubercular, Maud se enamoró del
periodista francés Lucien Millevoye, director de La Patrie. La pareja comenzó a
trabajar por las causas nacionalistas de Irlanda y Francia. El político
irlandés Tim Harrington la envió a Donegal, donde se dedicó activamente a
organizar protestas entre los residentes contra los desalojos en masa, y
levantar fondos para la construcción de viviendas. Con su inminente arresto, en
1890, Maud escapó a Francia, donde tuvo un hijo de Millevoye y trabajó como
redactora de la publicación mensual L’Irlande Libre.
En
1889, conoció al poeta William Butler
Yeats, que viviría una gran pasión por Maud durante toda la vida, a pesar de
que ella rechazara su propuesta de matrimonio en 1891. Además de escribirle
innumerables poemas, bajo su influencia Yeats participó en el movimiento
nacionalista irlandés. Gonne ayudó a Yeats en la fundación de la Sociedad
Literaria Nacional de Londres en 1891. Trabajó incansablemente en la
recaudación de fondos para el movimiento nacionalista. Dejó a Milevoye y
regresó a Irlanda, donde su nombre era bien conocido entre los nacionalistas.
En
1900 cofundó la sociedad revolucionaria de mujeres Hijas de Erin para la que
escribiría numerosos artículos feministas y políticos. Al mismo tiempo que
ayudó a Yeats a establecer en Dublín el Abbey Theatre, donde interpretó el
papel principal de una de sus obras. En 1903 se casó con el mayor John MacBride
que había luchado junto a los Africaners en la Guerra de los Bóer. Aunque
tuvieron un hijo, Seán, la unión no duró. Maud permaneció en París con su hijo.
Allí continuó escribiendo artículos políticos y en 1910 ayudó a organizar un
programa para alimentar a los pobres. También trabajó con la Cruz Roja durante
la Primera Guerra Mundial. Sólo regresaría a Irlanda en 1917, donde encontró
gran agitación a raíz del Alzamiento de Pascua y la ejecución de sus líderes,
incluso su ex marido John MacBride. Al año, Maud fue encarcelada durante seis
meses en Londres por su participación en el movimiento contra la conscripción
junto a Hanna Sheehy Skeffington, Kathleen Clarke, la condesa Markievicz y
otras. Luego de su liberación, trabajó para la Cruz Blanca para auxiliar a las
víctimas de la Guerra de Independencia.
Con
la Guerra Civil Irlandesa, Maud fundó la Liga para la Defensa de las Mujeres
Prisioneras para ayudar a las prisioneras republicanas y sus familias. En
1923, nuevamente fue encarcelada. Esta
vez por el gobierno del Estado Libre Irlandés, pero sin que se le imputaran
cargos. Junto con 91 mujeres, Gonne comenzó una huelga de hambre, gracias a la
cual fue liberada a los 20 días. En 1938 publicó su autobiografía, A Servant of
the Queen. Luego de su muerte, Gonne continuo influenciando a Irlanda a través
de su hijo, Seán MacBride, quien luchó junto a los republicanos en la Guerra
Civil, y continuó con la cruzada de su madre por el trato justo de los
prisioneros, no sólo en Irlanda sino en todo el mundo. Seán fue uno de los
fundadores de Amnistía Internacional. En 1974, Seán recibió en Premio Nobel de
la Paz.
De: http://mujeresparapensar.wordpress.com
Para Maud |
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