Afuera,
de este lado,
acá,
de este lado de acá,
otra vez.
Sus párpados no cierra
aquel mundo de adentro.
No quieren borrarse las líneas,
los cuerpos
se arrastran, se yerguen,
se trenzan
hermosamente
se trenzan.
Y estoy afuera tan sola
que cuando voy a tu lado
querría ser
sin memoria,
ignorar
tu
partida, tu desvío,
tu boca
para la risa
inmóvil.
Y sin embargo
esa grieta
me salva,
me
salva
tu
tajo
que sangra sedada sonrisa,
tu
mueca
que olvida recuerdos crispados
me
salva...
del deseo acechante de
quedarme contigo,
allá...
... Del lado de allá,
quizás
podría salvarme.
Carbonilla
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