miércoles, 20 de noviembre de 2013

Nazim Hikmet, el corazón capaz de cobijar los secretos de todos los seres del mundo

20 de noviembre de 1921 - Salónica (antiguo territorio turco)

MECANIZARSE!


!Trrum
        Trrum
            Trrum!
!Trac tici tac
Mecanizarme quiero!
¡De mi cerebro, de mi carne, de mi esqueleto
          procede este afán!

¡Me vuelvo loco
     por subir
        sobre las dinamos!
Mi lengua húmeda lame los cables de cobre.
¡En mis venas,
          las vagonetas accionadas a mano
               persiguen a las locomotoras!

!Trrum
        Trrum
            Trrum!
!Trac tici tac
Mecanizarme quiero!
Encontraré sin duda una salida.
¡Únicamente seré feliz
el día en que consiga
encajar una turbina en mi vientre
y colocar una doble hélice a mi rabo!

!Trrum
          Trrum
               Trrum!
!Trac tici tac
Mecanizarme quiero!


(Traducción de Soliman Salom)




LA CIUDAD QUE ENMUDECIÓ


Número de vueltas
        cero.
La ciudad ha enmudecido.
¡Se cerró poco a poco la mandíbula
              asfalto-hormigón de la ciudad!
En el mes…
                puntos suspensivos…
del año mil novecientos… puntos suspensivos…

La calle vacía.
Vacía de extremo a extremo.
La calle vacía.
             Totalmente vacía
                como mi bolsillo…
Se cortó, no corre el agua…
Ni un zumbido de motor
                ni una rueda que gire…

El viento:
           arrastra sobre el asfalto el nombre de Mr. Ford;
           hace volar sobre el pavimento
           el cartel de colores arrancado de las paredes.


Tres hombres
Tres hombres parados.
El primero tiene un violín roto
              bajo el brazo.
El segundo viste de frac,
              sombrero de copa en la cabeza.
El tercero está desnudo como un mono peludo…
La calle.
Silbando por la calle
                rascándose el cogote,
                atraviesa la calzada.
             No hay peligro de ser atropellado…
Ni un zumbido de motor
                ni una rueda que gire.

El viento:
            va frunciendo sin pausa sus cejas negras.
            Sonidos de silbatos acuchillan las esquinas.

Tres hombres.
Tres hombres parados
             taconean sobre el suelo
repitiendo una canción de borrachos…

No gritéis parados en medio de la calle.
No continuéis taconeando
                ¡INÚTIL!
No lograréis soltar la lengua del asfalto
                ¡INÚTIL!

No hablará la ciudad que enmudeció
                si no la acarician
                las manos esposadas
                en sus bolsillos…

Tres hombres.
Tres hombres parados.
Hay un violín roto
             bajo el brazo del primero.
El segundo lleva sombrero de copa en la cabeza,
             frac en su cuerpo.
El tercero está desnudo como un mono peludo.

Tres hombres
         se pierden
                en la oscuridad…



(Poema escrito con ocasión de una huelga de tranviarios en Istambul en 1929).

(Traducción de Soliman Salom)





A PROPÓSITO DE UNAS FOTOS DE PERIÓDICO


1. Carbunco


Sobre dos columnas de la primera página yacen
                dos niños desnudos
sobre dos columnas de la primera página
              con la piel en los huesos.
Tienen la carne agujereada, reventada.
Uno es de Diyarbakïr, el otro de Ergani.
Tienen los brazos y las piernas raquíticos
enorme la cabeza
y un grito pavoroso en sus bocas abiertas
en la primera página dos ranitas aplastadas a pedradas.
Dos ranitas
dos hijos míos ,enfermos de carbunco.
Quién sabe cuantos miles se nos van en un año
sin haber podido saciar siquiera su sed.
Y el señor subsecretario:
(así lo agarre el carbunco)
«No hay ningún motivo para preocuparse», dice.


 (Traducción de Fernando García Burillo)



 SI PUDIERA quitarme la cabeza y encerrarla con llave en un armario
durante una semana
en la oscuridad de un armario vacío
y pudiese colocar un árbol sobre mis hombros en lugar de la cabeza
y descansar una semana a orillas de un lago.

 (Traducción de Fernando García Burillo)





AUTOBIOGRAFÍA


Nací en 1902
no he vuelto nunca a mi ciudad natal
no me gustan los retornos
a los tres años en Alepo era nieto de bajá
a los diecinueve estudiante en la universidad comunista de Moscú
a los cuarenta y nueve otra vez en Moscú invitado por el Comité Central
y desde los catorce años soy poeta

hay hombres que conocen las diferentes clases de hierbas; otros, de peces;
                yo, de separaciones
hay hombres que se saben de memoria el nombre de cada estrella;
                yo, de nostalgias

he dormido en las cárceles y en los grandes hoteles
he conocido el hambre y también la huelga de hambre y no hay plato
                que no haya probado
a los treinta años quisieron ahorcarme
a los cuarenta y ocho quisieron concederme el Premio mundial de la Paz
                y me lo concedieron
a los treinta y seis durante medio año sólo pude recorrer cuatro metros
                cuadrados de hormigón
a los cincuenta y nueve volé desde Praga a La Habana
                en dieciocho horas

no conocí a Lenin pero hice la guardia de honor junto a su féretro en 1924

en 1961 el mausoleo que visito son sus libros

han intentado alejarme de mi partido
                pero han fracasado
tampoco he sido aplastado por los ídolos caídos
en 1951 viajé por mar hacia la muerte con un joven camarada
en 1952 con el corazón cascado esperé la muerte durante cuatro meses

estuve locamente celoso de las mujeres a las que amé
no envidié a nadie ni siquiera a Charlot
engañé a mis mujeres
pero nunca hablé mal de mis amigos a sus espaldas

he bebido pero no soy un borracho
tuve la suerte de ganarme siempre el pan con el sudor de mi frente

si mentí fue porque sentí vergüenza ajena
por piedad
              pero también he mentido porque sí

he montado en tren en avión y en coche
la mayoría no puede hacerlo
he ido a la ópera
           la mayoría no puede ir y ni siquiera sabe que existe
sin embargo desde 1921 no voya muchos de los sitios
         donde va la mayoría la mezquita la iglesia la sinagoga
          el templo el curandero
          pero a veces me gusta que me lean los posos de café

se me ha publicado en treinta o cuarenta lenguas
           pero estoy prohibido en Turquía en mi propia lengua

hasta ahora no he tenido cáncer
tampoco es obligatorio
nunca seré primer ministro o algo parecido
tampoco me gustaría serlo
nunca he ido a la guerra
no he descendido a los refugios en medio de la noche
no he recorrido los caminos del exilio bajo el vuelo rasante de los avi0nes

pero me he enamorado ya cerca de los sesenta
camaradas en pocas palabras
hoy en Berlín aunque muerto de nostalgia
             puedo decir que he vivido como un hombre
pero los años que me quedan por vivir
            y las cosas que puedan sucederme
            ¿quién lo sabe?


 (Traducción de Fernando García Burillo)

 (Esta autobiografía fue escrita en Berlín Oriental el 11 de setiembre de 1961)


De: LaRaízInvertida-Revista de Poesía



El gigante de ojos azules

  
Un gigante de ojos azules
Amaba a una mujer pequeña
Cuyo sueño era una casita
Pequeña, como para ella,
Que tuviera al frente al jardín
           con temblorosas madreselvas.


El gigante amaba en gigante,
Su mano, a grandes obras hecha,
Mal podía construir los muros
Ni usar el timbre de la puerta
De una casita con jardín
            con temblorosas madreselvas.


El gigante de ojos azules
Amaba a esa mujer pequeña
Que pronto se cansó, mimosa,
De tan desmesurada empresa
Que no concluía en un jardín
             con temblorosas madreselvas.


Adiós, ojos azules, dijo.
Y, con graciosa voltereta,
Del brazo de un enano rico
Penetró en la casa pequeña
Que tenía al frente un jardín
             con temblorosas madreselvas.


El gigante comprende ahora
Que amores de tanta grandeza
No caben ni siquiera muertos
En esas casas de muñeca
Que al frente tienen un jardín
             con temblorosas madreselvas.


De: Isabelmonzon.com.ar



Bajo el gobierno de Ismet Inönü, en 1938 Hikmet es juzgado por un tribunal militar que le condena a veintiocho años de prisión. Trece años después, uno de los jueces declaró públicamente que el poeta había sido condenado ilegalmente, ya que se le aplicó una ley inexistente en aquella época. Encarcelado, primero en un viejo acorazado anclado en mitad del Bósforo y luego en la cárcel-fortaleza de Bursa, próxima a la costa del mar de Marmara, Nazim no abandona la escritura ni ella puede escapar de su cautividad.


Carta de un hombre incomunicado en su celda


He grabado tu nombre con mis uñas
en la correa de mi reloj.
Bien sabes que ahí donde estoy
no hay ni navaja con mango de nácar
(no nos dejan llevar objetos cortantes)
ni un pino, con su cabeza en las nubes.
Quizás se encuentre algún árbol en el patio
pero me está prohibido
ver al cielo sobre mi cabeza…
¿A cuánta gente más, este sitio, le sirve de hogar?
Lo ignoro.
A solas conmigo mismo, estoy lejos de ellos.
Todos juntos, ellos, están lejos de mí.
Me está prohibido
              hablar con otro que no sea yo.
Entonces, hablo conmigo mismo.
Pero, como encuentro muy aburrida mi conversación,
                canto, esposa mía.

Además, ¿Qué te parece?,
Esa voz mía, horrenda y sin armonía,
               me llega tan dentro de mí
               que me destroza el alma.
Y exactamente
              como el huerfanito aquel
que anda descalzo, por los caminos cubiertos de nieve,
con los azules húmedos
sorbiendo con la nariz pequeña y roja;
este corazón mío
tiene ganas de acurrucarse en tu seno y llorar.


 (Traducción de Soliman Salom)


Otro de los autores que integran el programa
de nuestro Curso-Taller 2014
"Y yo, ¿quién soy?" (las escrituras del yo)
(Por informes: literaturaenprimavera@gmail.com
o 098 466 781
(antes del 27 de diciembre del 2013)


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