Fue después de aquella guerra irrisoria, después de aquellas
lágrimas derramadas por tanta injusticia, cerrando tantos años avasallados por
el miedo, el dolor, las ausencias y los silencios, y ese hundimiento desbordado
de llantos que irónicamente permitió que resurjan los gritos y las palabras de
nuestro pueblo, la indignación y la derrota anunciada y progresivamente la
libertad y la posibilidad de elegir... Y una sola palabra que se murmuraba
apretando los dientes al principio, con la bronca y las ganas de gritarla a mil
voces, democracia, democracia y con ella libertad y con ella ALFONSIN y con
ella consenso y con ella ALFONSIN y con ella justicia y ALFONSIN y con ella los
sueños y los ideales y ALFONSIN Y ALFONSIN!!
Honestidad, sencillez, valor, coraje, convicciones,
consenso, paz...
Lucha desde la palabra y el diálogo, el pensar y actuar en
concordancia, los ideales, el no claudicar...
El emblema mismo de la democracia que no solo instaura hace
tres décadas atrás, sino que también desarrolla, practica y sostiene durante
todo su mandato, siendo totalmente consecuente entre su ideología y sus actos.
Escuchando a la sociedad con el respeto necesario de un demócrata para
sobrellevar las diferencias ideológicas y partidarias.
Incluso la entereza de dar un paso al costado cuando lo
creyó necesario priorizando el interés de su argentina ante su propia imagen.
Querido Alfonsín: Saliste con la frente alta y las manos
limpias y pobres, con el peso en tu espalda de haber sostenido una argentina en
una etapa difícil, herida, ávida de reclamos y de justicia, de palabras,
saliste mas viejo y mas sabio y con la misma humildad y las mismas convicciones
que te acompañaron hasta el fin de tus días...
Y en el 2009 tu muerte, tu despedida, y ahí estaba yo en
medio de una multitud que lloraba tu ausencia y con ella la pérdida de tantas
cosas, otra vez las huellas de la muerte barriendo mis utopías, mis ideales,
mis convicciones, otra pérdida que marca eso de que siempre se me vayan tan
lejos las personas creíbles en las que uno se sostiene o sostiene sus
ideales...
Por eso hoy necesito que estés, pasaron 30 años y compruebo
que estás, y siempre estarás en mí y en tu pueblo argentino.
Estarás en mí como a los 6 años en aquella caravana de mi
pueblo en el 83, que recorría las calles inundadas todavía de ríos y de
llantos, con ese prendedor de letras rojas que aun guardo conmigo, y en ese
grito interminable que a los 6 años gritaba con euforia tu nombre "Alfonsín!
Alfonsín!" con los chicos grandes de la juventud radical en la caravana, lo
gritaba con la bronca y las lágrimas todavía mojadas por la otra muerte que
hacía poco tiempo, la guerra me había robado...
Estarás presente como cuando aquella tía querida me dijo que ya
tenía edad suficiente para leer un libro fuerte y me entregó en sus manos
dulces y pacifistas el libro "Nunca Más" un libro realmente fuerte y
crudo que representa el que hayas sido el primer presidente del mundo que tuvo
el valor de juzgar a sus propios militares.
Estarás cada vez que
yo crea que a las causas justas hay que defenderlas, estarás cada vez que
dialogue con quienes piensan distinto, estarás en el coraje para frenar
injusticias, y estarás en lo mas profundo de mi corazón cada vez que necesite
seguir creyendo y cada vez que nombre la palabra paz, consenso, honestidad,
libertad y la palabra democracia que renació con tu nombre.
Lilia
Rodas
argentina
integrante del Taller de Pasiones Literarias
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