lunes, 16 de septiembre de 2013

"La poesía es lo que queda cuando desaparecen las palabras” - Vladimir Holan

16 de setiembre de 1905 - República Checa



La gruta de las palabras


No entra impunemente el joven
con su luz en la gruta de las palabras. 
Audaz, presiente apenas donde se encuentra. 
Joven, aunque ha sufrido, no sabe lo que es el dolor. 
Sabio antes de tiempo, se escapa sin haber entrado
Y alega, como excusa, la inmadurez de su edad. 
¡La gruta de las palabras! 
Sólo el verdadero poeta, y por su cuenta y riesgo, 
pierde, delirando en ella, las alas
y con ellas, la manera de someterlas, de nuevo, a la gravedad
y no menoscabar esa fuerza que atrae hacia la tierra. 
¡La gruta de las palabras! 
Sólo el verdadero poeta regresa con su silencio
para encontrar, ya viejo, a un niño que llora
abandonado por el mundo en su umbral.



Hay


Hay destinos
donde lo que carece de temblor no es sólido.

 Hay amores
en los que el mundo no te basta, falta un pasito.

 Hay placeres
en los que te castigas por el arte, pues el arte es pecado.

Hay momentos de mutismo
en que la boca de la mujer hace pensar que el pudor es sólo
cuestión de sexo.

Hay cabellos teñidos por un meteoro
donde es el diablo quien hace la raya.

Hay soledades
en las que miras sólo con un ojo y miras sólo sal.

Hay momentos de frío
en los que estrangulas palomas y te calientas con sus alas.

Hay momentos de gravedad
en los que sientes que has caído ya entre los que caen.

Hay silencios
que debes expresarlos tú, ¡precisamente tú!



Cuando llueve en domingo


Cuando llueve en domingo y tú estás solo,
completamente sólo,
abierto a todo, pero no llega ni un ladrón
y no llama a la puerta ni el borracho ni el enemigo;
cuando llueve en domingo, mientras tú estás abandonado
y no comprendes cómo vivir sin cuerpo
y cómo no vivir puesto que tienes cuerpo;
cuando llueve en domingo y, sólo, no eres más que tú,
¡No esperes ni hablar contigo mismo!
Entonces el ángel es el único que sabe
lo que hay encima de él,
Entonces el diablo es el único que sabe
lo que hay debajo de él.
El libro sostenido, el poema al caer…



Noche de insomnio


Estaba solo, completamente solo,
incluso el sueño nocturno me había abandonado…
De pronto me pareció oír no unas palabras sino unos sonidos,
unos sonidos siempre en tres suspiros
Como viento y harina…
“¿Qué puede ser eso? ¡No hay tiempo que perder!”,
mascullé, y enderezándome el cabello con un trago de vino
me puse en pie y, desnudo, palpé en la oscuridad
y un momento después la negra fiebre de mi mano
abría el armario… En su interior las polillas agitaban los trajes…
Soy más mortal que mi cuerpo…


De: Hoyesarte.com



Al alba


Sí, es el alba... Ropa sucia
sobre el cuerpo lavado de una hermosa...
Tocar, ah, sólo tocar,
¡mas de la nada ni tan siquiera el sueño!
También tú, allá abajo, te esfuerzas en vano de alto en alto,
pues quien se ha sumido en la poesía
ya nunca se saldrá.

Versión de Clara Janés



Cita


Lluvia sin árboles... Húmedo heno...
Apertura del gas... Nube frita en la sartén de la luna...
Parpadeo... Guiño... Desaparición de las formas...
Casi tropieza con la carretilla de tierra del cementerio...

"¿Me quiere usted?"   -Sí.
"¿Me ama?" -No.

Versión de Clara Janés



Detenido por una mujer...


Detenido por una mujer a las puertas de una ciudad desconocida
le supliqué: Déjeme pasar, sólo entraré
para salir de nuevo y volveré a entrar sólo para salir,
porque la oscuridad me da miedo como a todos los hombres.

Pero ella me dijo:
«¡Pues yo he dejado allí la luz encendida!».



No es


No es indiferente el lugar donde estamos.
Algunas estrellas se acercan entre sí peligrosamente.
También aquí abajo hay separaciones violentas de amantes
sólo para que el tiempo se acelere
con el latido de su corazón.

Las gentes sencillas son las únicas que no buscan la felicidad...

Versión de Clara Janés


De: poesia@amediavoz.com



Muro


¿Por qué te pesa el año,
por qué así se rezaga?
Durante quince años hablé
al muro
y al muro solo arrastro aquí
desde mi infierno
para que él
os lo diga todo…



HE AQUÍ EL MURO


He aquí el muro al cual
(en el momento menos esperado)
y como si quisiera sorprender
llama un enfermo incurable
y nadie le responde...Puede
que sea precisamente aquél que, un día,
negándose a vivir en pareja, se decidió a
duplicarse, y por ello a ir contra sí mismo.

Ese muro es testigo...




HACIA LA POESÍA


Tú no sabes de dónde viene este camino
que no te llevará a ninguna parte.
Pero poco te importa, porque ha estado lleno de encantos,
mujeres, milagros y deseos de libertad,
has visto como si un caballo hubiera perecido bajo un ángel
y el ángel hubiera seguido a pie, éste es el camino
del olvido de uno mismo, sólo después
has conocido el dolor del hombre,
pero también el de Dios, que también husmeando la felicidad,
Dios, ese amante desgraciado...




POESÍA
   

    Si un hombre no se siente perdido,
    está perdido para todo lo que sucede en los demás
    y lo que a él ha de sucederle.
    Y así perdido escribe una carta y un sobre,
    la sella y subraya: ¡ Ábrase después de mi muerte !
   
    Pero estar perdido y resistir, y tener
    la luna ya en el libro, pero la noche sólo en la lectura,
    no conocerse ni fin ni orilla,
    no estar solo, pero estar perdido,
    es como si el dolor propio y alguno ajeno
    engendrase un tercer corazón.
   

Versión de Josef Forblesky ( Barral Editores, 1970)




EUROPA


Todas las prisiones del mundo están construidas con las piedras
que cayeron sobre Jerusalén.

Y las manos de los ricos continúan haciéndolo,
así que no pueden dar ni la menor limosna.

Crece, pues, una cárcel tras otra
y casi todos estamos presos en ellas

y perecemos en ellas como si Dios mismo deseara
estar en nosotros tan sólo sin nosotros...



La Voz Humana


La piedra y la estrella no nos imponen su música,
las flores callan, las cosas parece que ocultan algo.
Los animales niegan en sí, por nuestra causa,
La armonía de la inocencia y el misterio.
El viento tiene siempre el pudor de una simple señal
y lo que es el canto, lo saben sólo los pájaros enmudecidos
a los que el día de Nochebuena echaste una gavilla sin trillar.
Les basta existir y eso es inexpresable. Pero nosotros,
nosotros sentimos miedo, y no sólo en la oscuridad,
sino que, incluso en la fecunda luz,
no vemos a nuestro prójimo
y aterrados hasta un conjuro violento
gritamos: ¿Estás ahí? ¡Habla!



Mi Lámpara


De noche, al apagarla, en mi silencio
puedo oírla rezar.
Cansada ya de arder, de tanto estar en vela
frente a la oscuridad del mundo,
ruega, no sé en qué lengua solitaria,
por ti, por mí, por todos los que doblan,
atormentados, el último periódico
y en sueños apartan la sombra de sus letras,
como quien ya no indaga, aunque le importe,
cuánta vida nos guarda la tierra todavía
cuando mañana se despierte.




De: sites.google.com



Cinco fechas marcan la existencia de este autor irrepetible: la ocupación nazi de 1938; la Segunda Guerra Mundial, en el 39; la liberación de 1945 y, de manera categórica, el establecimiento de un gobierno comunista en Checoslovaquia en 1948. Ese año, desde la desvergüenza, se le acusa de estar inmerso en un “formalismo decadente”. Su obra deja de publicarse; se prohíben sus libros. Como respuesta, inicia su definitivo encierro que no depondrá ni cuando se le levante oficialmente su condena al silencio y en 1963, tras la llamada Primavera de Praga, vuelva a ser publicado. Aunque nunca había dejado de estar porque, como alguien apuntó: ¡Cuánta había sido su presencia en la ausencia!
Ese encierro, argumenta Clara Janés, pronto hizo de Holan un mito porque, siendo su realidad vital, tiene un alto carácter simbólico y, paradójicamente, se constituye en gesto de una libertad inexpugnable.

Clara Janés, su íntima amiga y espléndida traductora al español, recuerda que cuando en 1984 el checo Jaroslav Seifert recogía el Premio Nobel de Literatura comentó que lo aceptaba en nombre de los poetas de su generación, de la que era el último superviviente, pues otros, como especialmente Holan, lo habían merecido. “Como tendréis curiosidad por saber quien de nosotros era el mejor poeta, –escribió Seifert–, os lo revelaré directamente: era Vladimir Holan, el ángel negro”.

De: hoyesarte.com



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