Caminaré, entonces, a través de un pasillo de profundidades
Cuidadosamente erecto (soy más alto de lo que parezco)
Hasta cierta puerta – – – y ¿me atreveré
a abrirla? Aliso mi pelo mental
Con una a menudo cambiante frase que reviso de nuevo
Hasta que he olvidado cuál era en un principio;
Arreglo mi corbata: he traído un libro,
Entonces me siento: Hemos pasado lo peor.
Luego me sentaré entre prudentes tazas de té,
Consciente de una ligera transpiración en la frente,
(El olor de cigarrillos aromáticos siempre me molestará);
Me sentaré, tan evidentemente descansado,
Rígidamente erecto, decoroso mientras me arrodillo
Entre globos de dignidad sobre temas de conversación.
Y me atrevo
(Una vez más paso la mano sobre mi pelo)
Pero la ventana de mi mente se cierra, estoy en una sala
De conversación recargada, y de manos enjoyadas;
– – – Aquí uno lentamente desnuda el tallo de una flor.
Aquí se está demasiado cerca, me levanto y camino,
Tomo posesión de mí mismo sin ayuda.
Ahora, me atrevo,
¿Quién ve el brillo de la luz en el cabello intricado de
ella?
Asumiré una pose estudiada, o me quedaré de pie —–
Oh, ¿Sr. . . .? Es usted tan amable. . .
De nuevo la puerta se cierra de un golpe dentro de mi mente.
No del todo….
Vuelve a poner una taza,
Devuelve y recoge una servilleta.
Mi lengua, un bastión donde se oculta una última serenidad
leve,
Me falla: me retiro, me refugio
Consciente de las miradas sobre mis pies,
Y siento como si caminara sobre arena.
Aún así puedo levantar la cabeza un poco mientras.
El mundo gira tras una sonrisa pintada.
Y ahora, mientras la noche yace embalsamada sobre el oeste
Y un último y débil pulso de vida destiñe el cielo,
Seguiremos solos, mi alma y yo,
Hacia una cadencia hueca bajando por esta calle muerta;
Hacia un ritmo de pies
Ahora aquietados y caídos. Caminaré solo,
El que no tiene invitación y se atreve a no ir,
Adonde el festín se extiende ante amigo y enemigo,
Cuyo coraje obstaculiza la última puerta de indiferencia,
Que se atreve a no unirse a los mendigos en el arco de
piedra.
Cambiar y cambiar: el mundo gira en torno a mundos,
Un momento giratorio
Y partículas de tierra en pulgares negligentes.
Ahora me iré solo,
Haré eco en calles de piedra, mientras llega la noche
Pisando espacio y ritmo, espacio y ritmo.
La última semilla que queda de belleza en mi corazón
Que he atendido con tanto cuidado, hoja y flor,
Cae en la oscuridad.
Fragmento de Love Song [Canción de amor], William Faulkner
De “Vision in Spring”, 1921
Traducción a cargo de Sonia Rodríguez
En: soniaunleashed.com
25 de setiembre de 1897- Estados Unidos |
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