Y ahora quisiera hablar un poco
acerca de las ballenas.
Existen varias especies de ellas.
La «ballena azul» es la mayor, no solamente de los animales del mar, sino
también de los de la tierra, y llega a medir más de treinta metros de larga.
El rorcual es un poco más
pequeño, apenas llega a los veinticuatro metros, y ambos tienen una aleta
encima del lomo.
Luego están las ballenas
propiamente dichas, que carecen de tal aleta, y de las cuales la mayor es la llamada
ballena boreal, que vive en el océano Ártico y mide unos veinte metros.
La ballena tiene, pese a su
descomunal tamaño, una garganta tan estrecha que por ella no cabría un pez de
mediano grosor. Por eso, las ballenas no comen sino pequeños crustáceos y
moluscos, así como ciertas algas. En lugar de dientes tienen una serie de
láminas córneas, por lo cual tragan el alimento sin masticarlo. Las láminas córneas
tienen forma de guadaña y son unas cuatrocientas, colocadas a ambos lados del paladar;
sirven como colador para que escape el agua que han tragado junto a su alimento,
el cual queda retenido en la lengua. La ballena puede permanecer sumergida
hasta cuarenta minutos y entonces, al salir a la superficie, expele el agua que
durante ese tiempo ha entrado en sus pulmones y lo hace en forma de surtidor, al
que acompaña un fuerte resoplido.
Eso sí, mientras no le amenaza
ningún peligro, permanece flotando en la superficie y hasta salta sobre
ella, con la agilidad que nadie pensaría al ver su monstruoso tamaño. Hasta llega a
salir por completo del agua.
Del cachalote, que es otra de las
especies de ballena, se extrae un finísimo aceite.
El cachalote tiene una cabeza
enorme, que puede llegar a ser hasta un tercio de la longitud total del animal.
Gran parte de esta cabeza está llena de ese líquido graso.
El cachalote carece de barbas,
pero posee en cambio dientes muy poderosos en la mandíbula inferior, y en la
superior unas cavidades en las que encajan los dientes.
Éstos son de marfil y pueden
tener hasta un centenar de ellos, que le sirven para devorar las presas, y
éstas ya no son diminutas, sino pulpos, calamares y hasta tiburones pequeños y
focas, pero sobre todo pulpos, los cuales, cuando son grandes, oponen muy fuerte
resistencia, llegando a herir al cachalote con su córneo pico.
El cachalote se encuentra en casi
todos los mares y generalmente viaja en
bandadas; no es raro verle hacer
cabriolas y dar enormes saltos sobre las olas, por lo que es
extraordinariamente difícil clavarle el arpón. Los balleneros que lo sabían
hacer, eran raros, ya que el cachalote tiene la costumbre de brincar sobre las
lanchas, a las cuales hunde y destruye con su enorme peso, sobre todo cuando
esas barcas eran de madera.
Fragmento de Moby Dick
1º de agosto de 1819- Estados Unidos |
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