Diario de guerra
14 de marzo de 1942
Los
últimos días ha habido rumores por doquier, así como insinuaciones en los
diarios, de que “algo va a suceder” en los Balcanes, es decir, que vamos a
enviar una fuerza de expedición a Grecia. Si esto es así, seguramente será el
ejército que ahora está en Libia, o el grueso de éste. Escuché hace un mes que
Metaxas, antes de morir, nos pidió diez divisiones y le ofrecimos cuatro.
Parece una cuestión terriblemente peligrosa el arriesgar un ejército en
cualquier parte que esté al oeste de los Straits. Para tener alguna idea útil
sobre la estrategia de tal campaña, habría que saber cuántos hombres tiene
Wavell y cuántos se necesitan para defender Libia, cómo está la situación de
las embarcaciones, cómo son las comunicaciones de Bulgaria hacia Grecia, qué
tanto de su equipo mecánico han logrado transportar por Europa los alemanes, y
quién controla verdaderamente el mar entre Sicilia y Trípoli. Sería un desastre
espantoso si, mientras nuestra fuerza principal está atascada en Salónica, los
alemanes lograran atravesar el mar desde Sicilia y recuperar todo lo que los
italianos han perdido. Todo el que reflexiona sobre este asunto se encuentra
ambivalente entre ambas opciones. Colocar un ejército en Grecia es un enorme
riesgo y no ofrece mucha ganancia, excepto porque una vez que Turquía se
involucre nuestras embarcaciones podrían entrar al Mar Negro; por otro lado, si
abandonamos a Grecia habremos demostrado de una vez por todas que ni podemos ni
ayudaremos a ninguna nación europea a mantener su independencia. Lo que más
temo es una intervención a medias que sea un espantoso fracaso, como en
Noruega. Yo estoy por poner todos nuestros huevos en una canasta y arriesgar
una gran derrota, porque no creo que ninguna derrota o victoria en el sentido
estrictamente militar, importe tanto como demostrar que estamos del lado de los
débiles y en contra de los fuertes.
El
problema es que se vuelve más y más difícil entender las reacciones de los
pueblos europeos, de la misma forma en que ellos parecen incapaces de
comprender las nuestras. Varios alemanes con los que he hablado se han referido
a nuestro terrible error, al principio de la guerra, de no bombardear Berlín
con prontitud, sino simplemente arrojar fatuos panfletos. Sin embargo creo que
todos los ingleses estuvimos felices con este gesto (aunque hubiéramos sabido
qué estupidez eran esos panfletos, aún así lo habríamos estado), porque lo
vimos como una demostración de que no teníamos ningún problema con la gente
común de Alemania. Por otro lado, en su libro Offensive Against Germany (Secker
& Warburg), que acabamos de publicar, Haffner asevera que es una locura de
nuestra parte permitir que los irlandeses tengan en su poder bases de vital
importancia y que simplemente deberíamos apropiarnos de estas bases sin más ni
más. Dice que el papelón de que permitamos que un país falsamente independiente
como Irlanda nos desafíe, simplemente hace que toda Europa se ría de nosotros.
Ahí está una muestra de la visión europea, con su falta de comprensión de los
pueblos de habla inglesa. En realidad, si nos apropiáramos de las bases
irlandesas por la fuerza, sin un gran esfuerzo propagandístico previo, el
efecto sobre la opinión pública, no sólo en Estados Unidos sino en Inglaterra,
sería desastrozo.
No
me gusta el tono de las declaraciones públicas sobre Etiopía. Hay rumores de
que tendremos un “residente” británico, como en las cortes de los rajás indios,
cuando el Emperador retome el poder. El efecto puede ser terrible si hacemos
que se vuelva plausible incluso decir que queremos Etiopía para nosotros. Si
los italianos son echados tenemos la oportunidad de realizar el gesto más
magnánimo, demostrando categóricamente que no estamos peleando simplemente por
nuestro propio interés. Esto resonaría por todo el mundo. Pero, ¿tendrán el
valor o la decencia de hacer esto? No se puede estar seguro. Uno puede prever
los especiosos argumentos que se esgrimirán para apropiarnos de Etiopía, las
tonterías sobre la esclavitud, etcétera., etcétera.
Un
número considerable de aviones alemanes fue derribado durante las últimas
noches, posiblemente debido a que ha habido noches despejadas, favorables para
los cazas, aunque hay una gran emoción debida a algún “arma secreta” que se
dice se está utilizando. El rumor popular dice que es una red hecha de alambre
que se dispara al aire y en la que el avión se enreda.
20 de marzo
Bombardeos
bastante fuertes anoche, pero sólo un avión derribado, así que sin duda los
rumores sobre un “arma secreta” son pura habladuría.
Muchas
bombas en Greenwich, una de las cuales cayó mientras hablaba por teléfono con
E. Una repentina pausa en la conversación y un sonido tintineante:
Yo:
¿Qué fue eso?.
E:
Tan sólo las ventanas que se rompen.
La
bomba cayó en el parque enfrente de la casa, rompió el cable del globo de
barrera e hirió a uno de los hombres que lo operan y a un miembro de la Home
Guard. La iglesia de Greenwich estaba en llamas y la gente que estaba refugiada
en la cripta, con el fuego ardiendo en el piso de arriba y agua fluyendo hacia
abajo, no hizo intento alguno por salir hasta que los guardias se lo ordenaron.
Ya
hay cónsul alemán en Tánger (por primera vez desde 1914). Parece que en
deferencia a la opinión americana, vamos a permitir que entre más comida a
Francia. Incluso si se monta una comisión neutral para supervisar esto, no será
bueno para los franceses. Los alemanes simplemente les permitirán conservar
tanto trigo, etcétera., como enviemos y mantendrán una cantidad equivalente en
otra parte. Incluso mientras nos alistamos para permitir que ingresen los
barcos con comida, no hay señal de que el gobierno pida nada a cambio —por
ejemplo, la expulsión de los agentes alemanes del norte de África. Lo adecuado
sería esperar a que Francia esté al borde de la hambruna y por tanto el
gobierno de Pétain se tambalee, y entonces otorgar una gran cantidad de comida
a cambio de concesiones sustanciales, por ejemplo, la rendición de importantes
unidades de la flota francesa. Una política como ésa es absolutamente
impensable en este momento, desde luego. Si tan sólo uno pudiera estar seguro
de si ____, ____ y todos los de su especie son en verdad traidores, o simplemente
tontos.
Hojeando
este diario, puedo ver que últimamente he escrito en él a intervalos mucho más
largos y mucho menos sobre eventos públicos que cuando lo inicié. El
sentimiento de que no hay nada que hacer se fortalece en todo el mundo. Uno
siente que el cambio necesario en la opinión pública no ocurrirá en este
momento más que pagando el precio de otro desastre, cosa que no podemos
permitir, y que por tanto uno no se atreve a desear. Lo peor es que la crisis
venidera será de hambre, algo en lo que el pueblo inglés en realidad no tiene
experiencia. Muy pronto va a ser un asunto de decidir si importar armas o
comida. Es una bendición que el peor período vaya a venir en los meses
veraniegos, pero será endemoniadamente difícil hacer que el pueblo enfrente el
hambre cuando, hasta donde puede ver, esta guerra no tiene absolutamente ningún
sentido, y cuando vea que los ricos están exactamente igual que antes, como lo
estarán, desde luego, a menos que se les someta por la fuerza. No importa no
tener objetivos de guerra cuando se trata de repeler al invasor, porque desde
el punto de vista de la gente común el mantener a extranjeros fuera de
Inglaterra es una meta más que suficiente. Pero, ¿cómo puede pedírseles que
maten de hambre a sus hijos con el fin de construir tanques para pelear en
África, cuando en todo lo que se les dice actualmente no hay nada que deje en
claro que pelear en África, o en Europa, tiene algo que ver con la defensa de
Inglaterra?
De: http://www.ddooss.org
25 de junio de 1903, Motihari-Raj Británico Escritor, periodista. |
Rebeldía en la granja |
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