lunes, 30 de junio de 2014

“La poesía es mi principal fuente de conocimiento. Me enseña el mundo, y en ella aprendo a conocerme a mí mismo. Ella nos hace unánimes, comunicativos” - Manuel Altolaguirre

29 de junio de 1905- España
Poeta, guionista, cineasta, abogado, impresor, editor.
Integrante de la Generación del 27.
Miembro de la Alianza de Intelectuales Antifascistas
durante el período franquista.
Invitamos a informarse sobre su vida.

La voz cruel

A Octavio Paz

Alzan la voz cruel
quienes no vieron el paisaje,
los que empujaron por el declive pedregoso
la carne ajena,
quienes debieron ser almas de todos
y se arrancaban de ellos mismos
cuerpos parásitos
para despeñarlos.

Mil muertos de sus vidas brotaban,
mil muertos solitarios
que miraban desde el suelo,
durante el último viaje,
la colosal estatua a la injusticia.

No eran muertos,
eran oprimidos,
seres aplastados,
ramas cortadas de un amante o de un padre,
seres conducidos por un deseo imposible,
topos de vicio
que no hallarán la luz
por sus turbias y blandas galerías.

Alzan la voz cruel
quienes no vieron el paisaje,
los que triunfaron
por la paz interior de sus mentiras.

¡Oh mundo desigual!
Mis ojos lloren
el dolor, la maldad:
la verdad humana.



Beso

¡Qué sola estabas por dentro!

Cuando me asomé a tus labios 
un rojo túnel de sangre, 
oscuro y triste, se hundía
hasta el final de tu alma.


Cuando penetró mi beso, 
su calor y su luz daban 
temblores y sobresaltos 
a tu carne sorprendida.


Desde entonces los caminos 
que conducen a tu alma 
no quieres que estén desiertos.


¡Cuántas flechas, peces, pájaros, 
cuántas caricias y besos!





El alma es igual que el aire...

El alma es igual que el aire.
Con la luz se hace invisible,
perdiendo su honda negrura.

Sólo en las profundas noches
son visibles alma y aire.
Sólo en las noches profundas.

Que se ennegrezca tu alma
pues quieren verla mis ojos.
Oscurece tu alma pura.

Déjame que sea tu noche,
que enturbie tu transparencia.
¡Déjame ver tu hermosura!



Vete

Mi sueño no tiene sitio
para que vivas. No hay sitio.
Todo es sueño. Te hundirías.
Vete a vivir a otra parte,
tú que estás viva. Si fueran
como hierro o como piedra
mis pensamientos, te quedarías.
Pero son fuego y son nubes,
lo que era el mundo al principio
cuando nadie en él vivía.
No puedes vivir. No hay sitio.
Mis sueños te quemarían.




De: poesíaAmediaVoz.com



No hay comentarios: