María Konopnicka 23 de mayo de 1842- Polonia Poeta, narradora, ensayista, crítica literaria, traductora, periodista y activista. |
HAY EN MI PECHO
Hay
en mi pecho una tumba silenciosa
que
no adorna ninguna flor
y
en cuyo mortal refugio
no
yace ningún cadáver.
Sobre
ella no suena el metal de las campanas,
ni
le pesan grandes masas de tierra.
En
esta tumba silenciosa
no
hay ni losa ni cruz.
En
ella cayó el rayo
que
doraba mi vida.
Lo
único que hay en ella es mi sueño silencioso
y
el latido confiado de mi corazón.
De: http://milyunpoetas.blogspot.com
Los enanos y María la
huerfanita
Ese
año el invierno fue muy duro y largo... Los enanos, como cada año, lo pasaban
en “la Cueva de Cristal”; por supuesto no iban a la helada nieve. Allí más y
más ansiosamente esperaban la llegada de la primavera.
Błystek*,
que era el rey de los enanos, era el más impaciente. De vez en cuando les
ordenaba buscar signos de la primavera, pero aún no había lugar para verla.
Hacía tanto frío que el rey se congelaba a su trono…
Finalmente,
la primavera comenzó a acercarse; los hielos se derretían y los enanos
empezaron a estornudar.
El
rey envió un cronista educado, Koszałka – Opałka, para revisar lo que pasaba
sobre la tierra. El enano se marchó inmediatamente llevando un gran libro, un
tintero y una pluma. Llegó a una aldea, donde un zorro estaba robando las
gallinas de los granjeros.
Allí
había un desorden total, todo el mundo pensaba, ¿qué se puede hacer con el
zorro? Opałek entendía muy poco de esto. Pero era inteligente y un cronista
escrupuloso y debía anotar el evento en el libro.
Él
escribió que los “Tatarzy” ([Tártaros] “grupo de personas turcas de Europa
Central y Oriental y Asia Central. Eso hace al aspecto histórico”) atacaron el
pueblo; ya que las personas siempre le echaban la culpa de los disturbios en
los pueblos a ellos.
Koszałek
fue saludado calurosamente por los pastores. Lo invitaron a sentarse junto a
ellos al fuego y le ofrecieron patatas. El cronista adoraba a los niños y con
mucho gusto les contó muchas historias interesantes a los pastores y a ellos…
Decía
que en el pasado a los enanos les iba mejor... Los enanos vivían con la gente,
los cuales los llamaron GNOMOS, les ayudaban en la granja y el hogar, y tenían amistad con ellos.
Después
del bautismo de Polonia, en tiempos de Mieszko I (primer rey de Polonia),
ángeles ocuparon el lugar de los Enanos y estos empezaron a bajar de peso,
ponerse negros y perder fuerza. Escaparon de la gente, por temor a las campanas
ruidosas de la iglesia. Después se escondieron de la gente y vivieron en
lugares apartados.
Por
la tarde Koszałek se despidió de los niños y se marchó al bosque. Estaba muy
oscuro y el enano cayó en una madriguera donde vivía el zorro Sadełko(un nombre
que significa grasita). La pluma del cronista le resultó muy interesante al
zorro.
Cuando
se enteró de que la pluma era de ganso, de los gansos que eran pastoreados por
María la huérfana, inmediatamente comenzó a planificar el ataque a las aves.
Además,
Opałek aún no había visto ninguna señal de la primavera, aunque muchas de ellas
estaban a su alrededor. Es más, dedujo que no habría primavera en ese año.
Mientras
tanto en la Cueva de Cristal había mucha hambre, porque la comida se había
acabado. Allí Recordaban la aventura de Podziomek*…
Hubo
una mujer que descuidaba a su precioso hijo. Los gnomos decidieron que lo
remplazarían por Podziomek; un enano mucho más feo y que siempre tenía hambre.
La mujer lo golpeó y le gritó tan fuerte que los enanos decidieron devolver a
Janek(pues tal era el nombre del niño) a su madre, y Podziomek regresó con
ellos.
Ahora
Podziomek, hambriento, se había marchado desde la Cueva a la tierra, para
buscar los signos de la primavera. Un ave le dejó viajar sobre su espalda…
Aterrizaron sobre el techo de una casa, donde vivía la madre de Janek. El ama
de casa vio al enano y él huyó al bosque. Allí, en un claro en el bosque se
encontró con un gitano que tenía un mono.
El
gitano, que ya había encarcelado a Koszalka – Opalka encarceló también a
Podziomek. Los guardó encadenados y
trató de que aprendieran trucos de circo.
Muy
pronto los enanos presentaban en la feria los trucos que habían aprendido. Y
mientras lo hacían, los gitanos robaban a los espectadores. Podziomek advirtió
a las personas sobre lo que pasaba y ellos exiliaron a la deshonesta banda de
la ciudad. Los gnomos se refugiaron en el bosque… La primavera por fin había
llegado.
El
gitano atrapó una vez más en sus manos a los enanos, pero los gnomos con un
hechizo hicieron que el hombre les devolviera a las Cuevas de Cristal. Allí el
Rey ‘’Blystek’’ decidió que él y el tribunal marcharían inmediatamente a la
tierra. Por la noche todos se enguaracaron** en el coche de Skrobek (un
campesino pobre).
Podziomek
y Koszałek-Opalek bajaron a la región de Głodowa Wólka, y el resto de los
enanos se sentaron entre las ramas de los árboles cerca de la cabaña de
Skrobek. Ellos querían ayudar de alguna manera al campesino pobre, que vivía
solo con sus dos hijos; ya que todos pasaban hambre y no podían cuidar de la
granja.
Nunca
le había faltado nada a María en toda su vida, hasta que su madre murió. A
continuación, tuvo que irse de su casa y vivir en Głodowa Wólka, donde comenzó
a pastorear los Gansos de una mujer. El perro Gasio le ayudaba. El zorro Sadeło
le tenía mucho miedo a este perro pero le gustaban mucho sus gansos. Por
casualidad y equivocación, Koszałek - Opałek ayudó al zorro a robar los gansos.
Podziomek
llevó a María a la reina ´´Tarta”, para ayudarla a recuperar su manada.
La
reina vivía sobre una montaña muy alta, gracias a ella María pudo recuperar sus
gansos. Su anfitriona, sin embargo, había encontrado una nueva ayudanta y
exilió a María.
Luego
de esto Skrobek cuidó a la Huérfana y ella
a cambio de esto cuidaba de sus hijos y el hogar.
Gracias
a los hechizos del rey, Skrobek llegó a ser muy trabajador y preparar muy bien
el campo para la siembra. Los enanos recogían las siembras de granos en todo el
pueblo. También atraparon al ratón Wiechetek, que había robado el trigo. Cuando
comprendieron que lo llevaba para sus hijos hambrientos, el rey Bystek se lo
perdonó. Además, ordenó a los enanos cuidar de los niños de Wiechetek.
Skrobek
amaba María como si fuera su propia hija. El otoño pasó... Skrobek ya había
sembrado su campo. Los Enanos en la Gruta de Cristal empezaban a prepararse
para el invierno. Podían volver a casa alegres y orgullosos por todas las
muchas cosas buenas que habían logrado ese año: encontrar una casa para María y
haber cambiado la conducta de Skrobek.
Sobre
la tierra sólo estaba Koszałek - Opałek. Al principio vivió con el zorro en su
madriguera. Finalmente, entendió que Sadełko era un asesino de aves y un
ladrón.
En
el verano Opałek buscaba a sus hermanos, desgraciadamente sin lograrlo. Pero él
contaba a los niños alrededor de unas historias muy interesantes: del rey
Bystek, de la huérfana María y sus gansas, de los tesoros, de los hechizos, de
la brujería y lo que los enanos habían hecho. Así dejó de escribir sus
crónicas.
Nota
de traductora: Los nombres marcados* son nombres de fantasía.
De:
www.detonadordecuentos.com.ar
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