30 de mayo de 1947- Barcelona, España Escritor en lengua catalana. Integrante de la Generación del 70. |
Marina
El mar me niega los ojos de plena claridad.
¿Qué beso de sal, amor, tú no me has dado?
El mar, mancha de luz, un sendero.
No me dejes oscuro, amor, no me produzcas cáncer.
No me dejes oscuro, amor, no me produzcas cáncer.
Tengo un extenso mar que regalarte.
¿No lo quieres, amor? ¿No lo quieres...? ¿No?
¿No lo quieres, amor? ¿No lo quieres...? ¿No?
Me miro todo. Fuera de todo. Como siempre.
Tu nombre, amor, mi mundo.
Tu nombre, amor, mi mundo.
Traducción al castellano de
Jaime Siles
De:
desdebarcelona.lacoctelera.net
DESNUDO CON PAISAJE AL FONDO
Míralo, desnudo
entre la broza, por las zarzas
oculto, debajo de
unos pinos, como echado
de cara al trozo de
cielo que ahora lo deslumbra, único
motivo humano su
cuerpo en esplendor. Míralo
casi tierra de
lejos y lámpara gozosa.
Una codorniz el vuelo emprende
y, extendidas las alas, quieta
se queda delante de los ojos.
El resto son
montañas, márgenes, viñas,
matorrales y
manchas verdosas. Húmedo de sol,
brilla un objeto en
la mano caída.
Sobre la piel
rosada de su juventud
unas moscas –¿el
verano?– negro revoloteo.
¿Quién, de un
rebaño invisible, lleva tan ligeras esquilas?
Ambigüedad del
arte, antigua maravilla
en la pared inmensa
de un museo te miramos
real ayer, imagen
del pasado, y hoy ya pieza inútil.
Por muchos
recuerdos que traigas de un paisaje
que –lo sé bien– no
es ese que ahora muestras
y, sin embargo, veo
lleno de palabras tan mías
que tendría de
nuevo que pintarte o, mejor,
destruirte.
Translated by Jaime
Siles
Josep Piera,
Antología, Edicions Alfons el Magnànim, València, 1990
EPÍSTOLA O CANCIÓN A LA ESPERA DE MÚSICA
Amor, llama a mi
puerta;
como tiembla el
cristal por un instante
cuando el viento
acaricia la arboleda,
así te espero yo,
ofrecida palabra, gozo.
Amor, llama a mi
puerta;
no te espanten los
ladridos del miedo;
te espero
como sólo tú sabes,
me imagino.
Nunca es larga la
espera, ni es silencio,
si eres tú, amor,
el que vendrá a buscarme.
¿Vendrás a verme,
amor?
Otra vez al menos,
una sola
si quieres, una
caricia,
una palabra, verte,
y, como un fuego,
oírte respirar en mi costado;
contigo sonreír,
escuchar
el deseo arrugando
las sábanas de todos los silencios,
dentro del tiempo
de la música,
armonía de nubes al
fondo de ventanas
y tus labios, amor,
tus labios,
una fuente, una
noria, una feria del gozo;
y las manos
y canciones y
pasión y un contacto de ropa,
ligero perfume que
despierta,
ventolina en
verano, sólo, apenas
si un preludio de
inicio al tacto de la piel.
Sabes cómo te
quiero, amor amigo amado,
criatura del sueño,
dulcísima ficción.
Mi mente, atenta, toda
de sentirte a su
lado, de escuchar
tus palabras,
precioso espejo del amor.
Llama a mi puerta,
amor. Llama a mi puerta.
Todo el goce del
mundo te espera entre mis brazos.
Ven.
A la hora o el día
o el instante o la vida que decidas pedirme.
Tú no sabes, tal
vez,
con qué urgencia
hoy te llamo.
Te espero.
Llámame.
Ven.
Abrázame.
Translated by Jaime
Siles
Josep Piera,
Antología, Edicions Alfons el Magnànim, València, 1990
De: perso.wanadoo.es
Nos encantó tu Poesía, Josep. Gracias por mostrar tu sentir. |
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