Cada primero de mayo serán resucitados
Les
espera la horca. Eran cinco, pero Lingg madrugó a la muerte haciendo estallar
entre sus dientes una cápsula de dinamita.
Fischer
se viste sin prisa, tarareando «La Marsellesa». Parsons, el agitador que
empleaba la palabra como látigo o cuchillo, aprieta las manos de sus compañeros
antes de que los guardias se las aten a la espalda.
Engel,
famoso por la puntería, pide vino de Oporto y hace reír a todos con un chiste.
Spies, que tanto ha escrito pintando a la anarquía como la entrada a la vida se
prepara, en silencio, para entrar en la muerte.
Los
espectadores, en platea de teatro, clavan la vista en el cadalso. Una seña, un
ruido, la trampa cede… Ya, en danza horrible, murieron dando vueltas en el
aire.
José
Martí escribe la crónica de la ejecución de los anarquistas en Chicago.
La
clase obrera del mundo los resucitará todos los primeros de mayo.
Eso
todavía no se sabe, pero Martí siempre escribe como escuchando, donde menos se
espera, el llanto de un recién nacido.
Eduardo Galeano
De: http://robertolomje.blogspot.com
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