Pues el hombre se ha encerrado en sí mismo hasta ver
todas las cosas a través de las estrechas rendijas de su
caverna".
WILLIAM BLAKE
Augurios de inocencia
Para ver el mundo en un grano de arena,
Y el cielo en una flor silvestre,
Abarca el infinito en la palma de tu mano
Y la eternidad en una hora.
Aquel que se liga a una alegría
Hace esfumar el fluir de la vida;
Aquel que besa la joya cuando esta cruza su camino
Vive en el amanecer de la eternidad.
El terrón y el
guijarro
"El amor no anhela complacerse a sí mismo
Ni por sí mismo se inquieta,
En cambio al otro da sosiego,
Y construye un Cielo en la desolación del Infierno".
Así cantaba un diminuto Terrón de Arcilla
Pisoteado por las patas del ganado,
Pero un Guijarro del cañadón
Murmuró estos versos apropiados:
"El amor sólo busca darse el gusto,
Y encadenar al otro a su deleite,
Se regocija con el desconsuelo ajeno,
Y construye un Infierno a expensas del Cielo".
El tigre
Tigre, tigre, que te enciendes en luz
Por los bosques de la noche
¿Qué mano inmortal, qué ojo
Pudo idear tu terrible simetría?
¿En qué profundidades distantes,
En qué cielos ardió el fuego de tus ojos?
¿Con qué alas osó elevarse?
¿Qué mano osó tomar ese fuego?
¿Y qué hombro, y qué arte
Pudo tejer la nervadura de tu corazón?
Y al comenzar los latidos de tu corazón,
¿Qué mano terrible? ¿Qué terribles pies?
¿Qué martillo? ¿Qué cadena?
¿En qué horno se templó tu cerebro?
¿En qué yunque?
¿Qué tremendas garras osaron
Sus mortales terrores dominar?
Cuando las estrellas arrojaron sus lanzas
Y bañaron los cielos con sus lágrimas
¿Sonrió al ver su obra?
¿Quien hizo al cordero fue quien te hizo?
Tigre, tigre, que te enciendes en luz,
Por los bosques de la noche
¿Qué mano inmortal, qué ojo
Osó idear tu terrible simetría?
La rosa enferma
Estás enferma, ¡oh rosa!
El gusano invisible,
Que vuela, por la noche,
En el aullar del viento,
Tu lecho descubrió
De alegría escarlata,
Y su amor sombrío y secreto
Consume tu vida.
Me hallaba en una Imprenta en el
Infierno, y vi el método por el cual el conocimiento se transmite de generación
en generación.
En la cámara primera había un
Dragón-Hombre que barría la basura de la boca de una caverna. Adentro, multitud
de dragones ahondaban la caverna.
En la cámara segunda había una
serpiente que se envolvía en torno a la roca de la caverna, y otras que la
adornaban con oro, plata y piedras preciosas.
En la cámara tercera un Águila de
alas y plumas de aire tornaba el interior de la caverna infinito. Había también
multitud de Hombres-Águila que edificaban palacios en las rocas enormes.
En la cámara cuarta Leones de
ardientes llamas caminaban furiosos y fundían los metales hasta tornarlos en
fluidos vivientes.
En la cámara quinta, formas sin
Nombre arrojaban al espacio los metales.
Allí eran recibidos por los
Hombres que ocupaban la cámara sexta. Tomaban la forma de libros y eran
dispuestos en bibliotecas.
Ilustraciones de Blake para la Divina Comedia de Dante |
Proverbios del
infierno
- A la atareada abeja no le queda tiempo para la pena.
- Aquel cuyo rostro no irradia luz nunca será estrella.
- Así como el arado sigue a las palabras, Dios recompensa
las plegarias.
- Como el aire al pájaro o el agua al pez, así es el
desprecio para el despreciable.
- Conduce tu carro y tu arado sobre los huesos de los
muertos.
- Crear una florecilla es labor de siglos.
- Cuando ves un águila, ves una porción de genio: ¡alza la
cabeza!
- Del agua estancada espera veneno.
- Donde no está el hombre, la naturaleza es estéril.
- El acto más sublime consiste en poner a otro delante de
ti.
- El alma rebosante de dulce deleite jamás será profanada.
- El ave un nido, la araña una tela, el hombre la amistad.
- El cuervo quisiera que todo fuese negro; el búho, que todo
fuese blanco.
- El débil en coraje es fuerte en astucia.
- El egoísta y sonriente necio y el necio que frunce
malhumorado el ceño han de considerarse sabios, y podrían ser medidos con la
misma vara.
- El exceso de pena ríe; el exceso de dicha llora.
- El gusano perdona al arado que lo corta.
- El júbilo impregna; las penas engendran.
- El manzano nunca pregunta al haya cómo ha de crecer, tal
como el león no interroga al caballo sobre cómo atrapar la presa.
- El mejor vino es el más añejo; la mejor agua, la más
nueva.
- El necio no ve el mismo árbol que ve el sabio.
- El perfeccionamiento traza caminos rectos; pero los
torcidos y sin perfeccionar son los caminos del genio.
- El rugir de los leones, el aullido de los lobos, el oleaje
furioso del mar huracanado y la espada destructora, son porciones de la
eternidad demasiado grandes para que las aprecie el ojo humano.
- El zorro condena a la trampa, no a sí mismo.
- El zorro se provee a sí mismo; pero Dios provee al león.
- En años de escasez, usa número, peso y medida.
- En tiempos de siembra aprende, en tiempos de cosecha
enseña y en el invierno goza.
- Escucha los reproches de los tontos. Forman un título
real.
- La altivez del pavo real es la gloria de Dios.
- La cabeza lo sublime; el corazón, lo patético; los
genitales, la belleza; manos y pies, la proporción.
- La cisterna contiene; el manantial rebosa.
- La condena estimula, la bendición relaja.
- La desnudez de la mujer es obra de Dios.
- La eternidad está enamorada de las creaciones del tiempo.
- La exuberancia es belleza.
- La ira del león es la sabiduría de Dios.
- La lujuria del chivo es la liberalidad de Dios.
- La necedad es el atuendo de la bellaquería, la vergüenza
es el atuendo del orgullo.
- La prudencia es una fea y rica solterona cortejada por la
incapacidad.
- La rata, el ratón, el zorro y el conejo vigilan las
raíces; el león, el tigre, el caballo y el elefante vigilan los frutos.
- La senda del exceso lleva al palacio de la sabiduría.
- La verdad nunca puede decirse de modo que sea comprendida
sin ser creída.
- Las alegrías no ríen. Las tristezas no lloran.
- Las horas de la locura las mide el reloj, pero ningún
reloj puede medir las horas de la sabiduría.
- Las plegarias no aran. Los elogios no cosechan.
- Las prisiones se construyen con piedras de ley; los
burdeles con ladrillos de religión.
- Lo que hoy está probado, en su momento era sólo algo
imaginado.
- Los ojos del fuego, las narices del aire, la boca del
agua, las barbas de la tierra.
- Los tigres de la ira son más razonables que los caballos
de la instrucción.
- Mejor matar a un niño en su cuna que alimentar deseos que
no se llevan a la práctica.
- Ningún alimento sano se atrapa con red ni trampa.
- No hay pájaro que vuele demasiado alto si lo hace con sus
propias alas.
- Nunca el águila malgastó tanto su tiempo como cuando se
propuso aprender del cuervo.
- Nunca sabrás lo que es suficiente a menos que sepas lo que
es más que suficiente.
- Piensa por la mañana, actúa a mediodía, come al anochecer
y duerme por la noche.
- Quien desea y no actúa engendra la plaga.
- Quien ha sufrido tus imposiciones, te conoce.
- Quien recibe agradecido da copiosas cosechas.
- Si el león recibiese consejos del zorro, sería astuto.
- Si el necio persistiera en sus necedades llegaría a sabio.
- Si estás siempre listo a expresar tu opinión, el vil te
evitará.
- Si otros no hubiesen sido tontos, lo seríamos nosotros.
- Sumergid en el río a quien ama el agua.
- Tal como la oruga elige las hojas mejores para depositar
en ellas sus huevos, el sacerdote lanza sus imprecaciones para los más dulces
goces.
- Todo lo que es creíble es una imagen de la verdad.
- Un cuerpo muerto no venga injurias.
- Un pensamiento llena la inmensidad.
De: Grandes Poetas
Famosos
Retrato de Milton por Blake. |
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