LA PRIMAVERA
Plena es el alma que puede sentir de nuevo esas horas,
Cuando el hombre feliz contempla los campos,
Y todos se preguntan cómo podrían
A los placeres de la vida abrirse.
Como la bóveda del cielo, que abre su inmensidad.
Así es entonces la alegría de los valles libres.
El corazón aspira la nueva vida,
Los pájaros cantan, transformándose en melodía sus gemidos.
El hombre que frecuentemente las más hondas preguntas se
hace
Habla entonces de esa vida de la que la palabra nace
Sin que el dolor le muerda en el alma,
Y dichoso su hacienda vigila.
Su morada resplandece, bajo los altos vientos.
El más vasto campo se rinde al hombre y los caminos
Lejos se pierden más allá de la mirada,
Y arrasados puentes cruzan sobre el río
Friedrich Hölderlin
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