sábado, 13 de julio de 2013

¿Conocen a Wole Soyinka (Akinwande Oluwole Soyinka)?

Akinwande Oluwole Soyinka
13 de julio de 1934 - Nigeria

Así debía lucir por los 60,
cuando el Gobierno de Turno
lo condena a prisión
a raíz de cierta agria crítica social.
Actor, director, dramaturgo.
Primer escritor africano en recibir
el Premio Nobel de Literatura en 1986.
Este es el libro que comienza a escribir en la cárcel,
valiéndose de los más insólitos materiales
(procedimiento que obra en conocimiento
público desde hace siglos, ya que no hay nada
capaz de detener ese objetivo del ser humano).
En la Introducción, el escritor presenta su obra como: “un mapa del camino recorrido por mi mente, y no tanto el registro de la lucha real contra una existencia vegetativa. Esto último sería tema para otro libro”.


..."¿Enterrado vivo? No. Sólo algo sobre lo que la gente lee. Las boyas y los mojones se difuminan. Lenta, inexorablemente, la realidad se disuelve y la certidumbre traiciona a la conciencia".



"Dieciséis pasos/ por veintitrés. Mantienen/ sitiada a la humanidad/ y la verdad/ tomándose su tiempo para taladrarle la cordura".



VIAJE


Aunque llegué al final del viaje,
Jamás sentí que hubiera llegado.
Tomé la carretera
Que sube despacio la cuesta de las preguntas, y que me lleva
Incluso a descender a la tierra que conduce a casa. Yo sé
Que mi carne está limpiamente mordisqueada, perdida
Para el perturbado pez entre las vainas susurrantes-
Yo los dejé atrás en mi ruta

Y así también con el pan y el vino
Necesito la repartición de derrota y carestía
Yo los dejé atrás en mi ruta
Jamás sentí que hubiera llegado
Aunque amor y bienvenida me atrapan en casa
Los usurpadores pasan mi copa en cada
Banquete como en una última cena


Traducción de Rafael Patiño



CONVERSACIÓN TELEFÓNICA


El precio parecía razonable, el lugar
indiferente. La casera juró vivir
sin prejuicios. Nada quedaba salvo
la auto-confesión. “Madame”, advertí,
“Detesto perder un viaje- Soy Africano”
silencio. Transmisión silenciada de
fingida buena educación. Voz que llega
como larga boquilla dorada y tubular, impregnada de lápiz labial
Fui sorprendido por su vileza.
“Qué tan oscuro?”… no había escuchado mal… ”
¿Es usted claro o muy oscuro?
Hedor a rancio vaho de refugio público para telefonear.
Cabina roja, buzón rojo, rojo autobús doble
aplastando el alquitrán. ¡Era real! Avergonzada
por el silencio enfermizo, llevé al límite su
turbación para suplicar explicación
ella, considerada, cambió el tono
“¿Es usted oscuro? ¿o muy claro?” advino la revelación
“Quiere usted decir, cómo chocolate puro, o con leche? ”
Su asentimiento fue clínico, rayando en la frialdad de la luz
Rápidamente, una vez ajustada la longitud de onda,
escogí Sepia Oeste- Africano- tras reflexionar dije:
“lo certifica mi pasaporte” Silencio para un espectroscópico
vuelo de ilusión, hasta que el acento de su sinceridad retumbó
con fuerza en la bocina. ¿Cómo así? dijo condescendiente
“No sé lo qué es”. “No del todo”
Facialmente, soy moreno, pero madame, debería ver usted
el resto de mí. Las palmas de mis manos, las plantas de mis pies
son de un rubio oxigenado. la fricción lo ha causado-
torpemente madame – por sentarme, mi trasero se ha tornado
Negro Cuervo- ¡Un momento madame! sintiendo
su auricular elevarse al sonido del trueno
en cuanto a mis orejas- “madame”, sugerí,
¿no preferiría verlas usted misma?


Traducción de Carlos Ciro y Raúl Jaime


  
CIVIL Y SOLDADO


Mi espectro se levantó de entre la lluvia de plomo,
Y declaró “soy un civil” logrando tan sólo
Acrecentar tu miedo. ¡Mas cómo habría
De levantarme yo, un ser de esta tierra, en aquella hora
De muerte impasible! entonces pensé:
tu batalla no es de este mundo.


Inmóvil permaneciste
Por ambas eternidades, y yo aprendí, sin duda, la lección
En tus prácticas de combate sigiloso.
No dejes que un indeciso neutral vaya en la retaguardia,
Pues tras de ti se abrasará la tierra. Mi dilema civil,
Que aparece de nuevo atrincherando la tierra,
Bajo el ritual de plomo de tus más ávidos amigos,
Te abismó aún más en la confusión y cuando
Me prestaste el arma para protegerme y la
Muerte me guiñó el ojo, tu promesa
Y todo tú se esclarecieron ante mí.
En el curso de mi vida


Espero encontrarme algún día
De nuevo con tu espectro en la trinchera,
Anunciando, soy un soldado. Entonces no habrá titubeo
Y te habré de disparar certero y justo
Con la carne y el pan y la vasija de vino.
Un racimo de pechos en cada brazo y aquella
Solitaria pregunta, ¿sabes amigo, incluso ahora,
El por qué de todo esto?


Traducción de Raúl Jaime y Carlos Ciro



CUENTAS BANCARIAS SIEMPRE ABIERTAS


Las cuentas bancarias siempre abiertas
Siempre sus saldos en rojo
El efectivo puede asentarse en el papel, todo cuanto dice
Es ¡Pan Pan Pan! Entre un millar de dedos
Asiendo con fuerza en la abundancia, los brazos
Amontonaron tantas lonas de pan que no pueden
Abrazar la humanidad. Cuentas bancarias siempre abiertas
Nunca comprendidas donde
Los niños aplastan cucarachas para merendar
Mientras esperan el regreso del padre forrajero
Los pensamientos de una inocencia hambrienta pueden devenir
Una cocina extraña – brochetas de moscas
En la punta de una escoba; escarabajos asados en su caparazón
Las babosas son reservas comprobadas de alta proteína –
Me han dicho – Nunca lo he probado.
Esperando el regreso del padre forrajero con el saco vacío
De esta forma, él fue y volvió, los dos años anteriores
Mañana él...

Recogí el extracto doblado
Que se había deslizado bajo la reja. Discretamente. Bajo el solemne
Brillo ensombrecido de mi buen amigo y enemigo
El dependiente bancario, guardián de cuello blanco de las bóvedas
Del papel, signos místicos, aquellos círculos y cruces
Que yo cargo. El lenguaje de su extracto establece:
La caridad debe ser calle de una sola vía, no,
La forma de vida de un hombre. Y así como la tinta
En que está impreso, me hago rojo bajo
Mi fraude negro, mi audaz y consabido
“Maldita–sea–se–han–retardado–nuevamente–con–ese–cheque piel–
Ustedes saben, mis derechos, una vez más me doy cuenta
tarde que todo está bien, preséntenlo a fin de mes”
Maldiciendo la última extorsión de la que fui culpable
Por ser presa fácil. Lo he observado–
El último cáliz de unas manos suplicantes es siempre
Más seco que el anterior. Y las ratas, son más ágiles ahora
Cuando sus ojos rasgados contemplan las batallas
Provocadas por mendrugos con sus recién incubadas bocas de avidez...

Ahora que fue hace tiempos, y ayer, y Ahora
Entre más larga sea la tirilla del extracto, más larga es la barra
Del pan, y ahora, nuevamente, el triste extracto
Arruinado por escépticas miradas – pero Él, sabemos,
Devenga el cielo, domina una fortuna cuando pee
Y todo cuanto se lee es ésta única línea, listado de una transacción –
La caridad debe ser calle de una sola vía, no,
La forma de vida de un hombre – Su balance señor
Su balance es esa figura trazada en rojo...
Una página, listo para enrojecer la cuenta, un débito cae abierto en
El crédito a siete años para alturas de siete pisos
De la séptima maravilla de un mundo de bolsillo
La séptima maravilla del plan de mentiras a siete años
Siete veces más grande que el último gran fraude.

Justificar el crédito a siete años para alturas de siete pisos:
“Viviría allí, si pudiera. Yo erigí ese
Modesto monstruo de siete pisos por casa
Pero las obligaciones del plan a siete años exigen
Mi ausencia de allí, ¿y cómo semillas de siete años
No pueden cultivar un simple retorno verde de siete hojas?”

Una hoja de balance ondea, bandera sobre alturas robadas
¿Y quién se hace rojo invisiblemente entre su fraude negro?
Una hoja de balance cuelga en jirones sobre yermos árboles
¿Y quién enrojece invisiblemente entre su negra desesperanza?
¿Y quién enrojece por quien enrojece, y quién da la vuelta cuando

A la luz, a través de esa vía deshecha, un fuego crepitante
Surge de los leños cuyo peso aún arquea
Dolorosamente la espalda de la bisabuela-
y una pregunta marca su peso?


Traducción de Rafael Patiño Y Carlos Ciro








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