Si la Palabra es acción,
atreverse a ejercer la libertad
a partir de ella es cuestión de seres constructores.
Las personas que se han acercado
a PERRAS NEGRAS pertenecen a esa categoría.
En el mundo parecen
multiplicarse los destructores o los indiferentes, quizás porque callamos quienes
somos testigos de una realidad distinta. Por eso este testimonio es necesario y
urgente. Porque quien construye mundos imaginarios o devela fenómenos
interiores es un ser básicamente íntegro: capaz de observarse en el espejo de
su creación, capaz de reconocer su potencial adormecido, capaz de despertarlo,
y capaz de transvasar a la vida práctica, en el momento oportuno, una escala de
valores que incidirán en la remodelación de la insana conducta del colectivo
humano.
El Arte no es una entidad
abstracta; es la bella carne de nuestra carne angustiada. Intentar esa
alquimia, padecer y gozar esa íntima transmutación, es una experiencia que nos
hermana de forma entrañable, inefable. Experimentarla arrastra al más profundo
agradecimiento. Como éste, querid@s herman@s integrantes de PERRAS NEGRAS, primorosamente
envuelto en un apretado abrazo a cada un@ de ustedes.
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