Déborah se dedica al deporte desde los cuatro años y su progresiva superación es producto de su alto grado de responsabilidad, muy especialmente fomentada por una familia constructora de esos vínculos insustituibles que son el ejemplo y el amor.
A pesar de tan laboriosa y extensa gestión, el Estado -que somos tod@s- continúa omiso en planificar regímenes de estudio que contemplen las situaciones específicas de nuestr@s deportistas. Tampoco les dota de un apoyo económico acorde con los esfuerzos que demanda su particular estilo de vida.
Gracias, Déborah, por tu Luz, y que esa luz pueda convertirse en tangible referencia para much@s jóvenes que ahora mismo son víctimas de las sombras (y por qué no también, para las Autoridades competentes).
1 comentario:
Sumamente válido este aporte Profesora !!! desde el pensamiento de Mandela hasta la realidad nacional. Hay unos esfuerzos de apoyo que lamentablemente no son comparables a las realidades de otros países, fundamentalmente del norte. Y eso hace que la brecha deportiva se agrande cada vez más. Y lo de Déborah es de un mérito enorme !!!
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