viernes, 24 de octubre de 2014

"La belleza gruñe en la fértil penumbra” - Denise Levertov

24 de octubre de 1923- Inglaterra

LA SALA



Con un espejo
podría ver el cielo.

Con dos o tres, bien situados,
podría ver el sol
inclinándose ante las chimeneas de la noche.

La salida de la luna -la luna misma podría aparecer
en un cuarto espejo, alto,
cerca de la ventana abierta.

              Con suficientes espejos adentro
0 incluso afuera de la sala, con una viga
para sostenerlos, las montañas
y los mares podrían manifestarse.

Entiendo perfectamente
que demasiado seguido podría toparme
con mis ojos -tengo en cuenta
el peligro-
                Si los espejos
son bastante grandes, y se disponen
con bravura, puedo mirar
más allá de mi propia mirada.

Con un espejo
¿cuántas estrellas podría ver?

No quiero escaparme, solamente mirar
la celebración de los ritos.




SALMO ACERCA DEL CASTILLO


Déjame estar en el lugar del castillo.
Deja que el castillo esté en mí.
Deja que se alce sólido desde el círculo del foso.
Deja que las aguas del foso reflejen el plumaje verde de los patos, que los caparazones de las tortugas acuáticas rompan la superficie o se vean a través de las profundidades ondulantes.
Deja que a su vera se detengan los jinetes, y un perro siempre alerta a la orilla del sueño.
Deja que esté oscuro el espacio bajo el primer piso, que el agua lama los pilares de piedra, y el limo verde vivo destelle sobre ellos; deja que allí se guarde un bote.
Deja que las cariátides del segundo piso sean osos sostenidos por rayos que sean dragones.
Deja que seamos cuatro arqueros sobre el parapeto del salón central, oteando los cuatro horizontes. Y que, adentro, el príncipe esté en su hogar. Deja que se siente pensativo, en paz, con todas las ventanas abiertas a las logias.
Deja que arriba se siente la joven reina, al fresco, con su hijo en brazos; deja que mire con gozo el gran círculo, las sombras de los peregrinos, el trabajo del sol y el juego del viento. Déjala ir y venir. Deja que las columnas sostengan al techo, y que los pisos sostengan a las columnas, seamos el espacio oscuro bajo el piso más bajo, deja que el castillo se alce sólido desde el foso, deja que el foso sea un círculo y el agua piélago, deja que los guardias lo guarden, seamos tierra vasta a su alrededor, deja que el campo donde se emplaza esté dentro de mí, déjame estar donde esté.


De: http://deniselevertov.blogspot.com


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