Las autobiografías (en su presentación como cuentos, relatos o novelas), las memorias, los diarios, incluso
la llamada poesía confesional, son formatos de “las escrituras del yo”.
Interesante conocer el marco teórico en el que se
sustentan estos textos pero verdaderamente tentador resultará encontrar, plasmadas en la pantalla o en el papel, las imágenes de ésos o ésas que fuimos en
determinada circunstancia vital porque... quizás no las reconozcamos o tal vez
muy pobre había sido nuestra valoración puntual
o acaso aún no hayamos tomado conciencia de que también ellas son
huéspedes de quienes somos ahora.
Se trata, entonces, de conocimiento: ver y comprender
lo diferente, lo otro: de mí mismo/a, de los /as demás, del mundo. Un
conocimiento que es experiencia, preservación, reflexión y revelación... a través de una emoción
especial, una emoción que no se inventa, una emoción que está ahí, recostada en
un recodo de los recuerdos, temiendo disolverse en el aire del olvido, como una
gotita suspendida en el dorso de un pétalo.
En
Centro
de Formación Humanística
PERRAS
NEGRAS
Curso-Taller de Verano/2014
“Y yo, ¿quién soy?”
El curso tendrá una duración básica de tres meses a
partir del 15 de enero del 2014.
La carga horaria será de 2 (dos) horas semanales
como mínimo (puesto que se trata de una actividad
teórico-práctica, se trabajará en base a textos de autores consagrados,
motivadores de orientaciones técnicas y de aplicación de las mismas en
escritura personal).
Existen diversas posibilidades de integración:
grupal, individual, a distancia.
No se requiere formación intelectual previa.
Las inscripciones se cerrarán el 27 de diciembre del
2013, previa entrevista o comunicación.
Por consultas, dirigirse a literaturaenprimavera@gmail.com
“Vine a la luz en este florido y espejeante
Salto del Uruguay, hace un siglo, o ayer mismo, o mismo ahora, porque a cada
instante estoy naciendo. Era por junio y por domingo y a mitad del día. Imagino
el rostro pálido de mi madre, y más allá a los campos con la escarcha crecida
–como mármol levísimo, lúcido, adecuado sólo para construir estatuas de
ángeles– y con las telarañas cargadas de perlas, y las naranjas como bombas de
oro, olvidado ya el azaharero origen. Y del campo hablo, porque a él partí,
apenas vividos ocho días. La casa de mis abuelos era larga, oscura y baja, y su
edad, de cien años, y apropiada sólo para que la morasen fantasmas, o algunas
gentes extrañas y hermosísimas, o un animal blanco y poderosamente milagroso.
En su torno todas las flores se ceñían y todas las bestias y las sombras todas
y los destellos. Yo partí de ella sólo para ir a la escuela; pero, la escuela
quedaba apenas más allá y también bajo las flores; borroneó mi caligrafía primera
el polvo amarillo de la garganta de las amapolas”...
De: “Señales mías” de Marosa Di Giorgio
PERRAS NEGRAS
Escribir sobre nuestro pasado -personal o familiar, placentero o doloroso- es siempre una fuente terapéutica que nos permite el regocijo: por habernos superado o porque alguna vez pudimos experimentar esos instantes a los que el mundo llama "felicidad".
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