Mujeres
decir que esa mujer era dos mujeres es decir
poquito debía tener unas 12397
mujeres en su mujer era difícil saber con quién
trataba uno en ese pueblo de mujeres ejemplo:
yacíamos en un lecho de amor
ella era un alba de algas fosforescentes
cuando la fui a abrazar se convirtió en
singapur llena de perros que aullaban
recuerdo cuando se apareció envuelta en rosas
de agadir
parecía una constelación en la tierra
parecía que la cruz del sur había bajado a la
tierra
esa mujer brillaba como la luna de su voz
derecha
como el sol que se ponía en su voz
en las rosas estaban escritos todos los nombres
de esa mujer menos uno
y cuando se dio vuelta
su nuca era el plan económico
tenía miles de cifras y la balanza de muertes
favorables
a la
dictadura militar
nunca sabía uno adónde iba a parar esa
mujer
yo estaba ligeramente desconcertado
una noche le golpié el hombro para ver con
quién era y vi en sus
ojos desiertos un camello
a veces
esa mujer era la banda municipal de mi
pueblo
tocaba dulces valses hasta que el trombón
empezaba a desafinar
y los demás desafinaban con él
esa mujer tenía la memoria desafinada
usté podía amarla hasta el delirio
hacerle crecer días del sexo tembloroso
hacerla volar como pajarito de sábana
al día siguiente se despertaba hablando de
malevich
la memoria le andaba como un reloj con rabia
a las tres de la tarde se acordaba del mulo que
le pateó la infancia una noche del ser
ellaba
mucho esa mujer y
la devoraron todos los fantasmas que pudo
alimentar con sus miles de mujeres
y era una banda municipal desafinada
yéndose por las sombras de la placita de mi
pueblo
yo
compañeros una noche como ésta
que nos empapan los rostros que a lo mejor morimos
monté en el camellito que esperaba en sus ojos
y me fui de las costas tibias de esa mujer
callado como un niño bajo los gordos buitres
que me comen de todo menos el
pensamiento de cuando ella se unía como un ramo de dulzura y lo tiraba en la
tarde
Oración de un desocupado
Padre,
desde los cielos bájate, he olvidado
las oraciones que me enseñó la abuela,
pobrecita, ella reposa ahora,
no tiene que lavar, limpiar, no tiene
que preocuparse andando el día por la ropa,
no tiene que velar la noche, pena y pena,
rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente.
Desde los cielos bájate, si estás, bájate entonces,
que me muero de hambre en esta esquina,
que no sé de qué sirve haber nacido,
que me miro las manos rechazadas,
que no hay trabajo, no hay,
bájate un poco, contempla
esto que soy, este zapato roto,
esta angustia, este estómago vacío,
esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre
cavándome la carne,
este dormir así,
bajo la lluvia, castigado por el frío, perseguido
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
tócame el alma, mírame
el corazón,!
yo no robé, no asesiné, fui niño
y en cambio me golpean y golpean,
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
si estás, que busco
resignación en mí y no tengo y voy
a agarrarme la rabia y a afilarla
para pegar y voy
a gritar a sangre en cuello
Poema a Marcelo
Estas visitas que nos hacemos,
vos desde la muerte, yo
cerca de ahí, es la infancia que
pone un dedo sobre
el tiempo. ¿Por qué
al doblar una esquina encuentro
tu candor sorprendido?
¿El horror es una música extrema? ¿Las
casas de humo donde vivía
el fulgor que soñaste?
¿Tu soledad obediente
a leyes de fierro? La memoria
te trae a lo que nunca fuiste.
La muerte no comercia.
Tu saliva está fría y pesás
menos que mi deseo.
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